La presión que ejercen la
moda y las costumbres de otros adolescentes (sus pares) sobre la juventud es
una fase que todos atraviesan, desde pintarse el pelo de verse o ponerse un
arito en el ombligo, hasta actitudes negativas como el consumo de tabaco,
alcohol y drogas ilegales.
Muchos padres no saben
cómo lidiar con esto, y sienten que sus
hijos ya no los escuchan. Sin embargo numerosos estudios afirman que los padres
en realidad ejercen una fuerte influencia sobre sus hijos cuando son
adolescentes.
Por eso es muy importante
el diálogo con los adolescentes, para que no caigan en las presiones que
ejercen sus mismos pares (cuando pasan ciertos límites, de más está decirlo).
Aquí le daremos algunos
consejos para poder guiar a los adolescentes cuando se enfrentan a este mundo
nuevo:
·
Enséñeles cómo rechazar ofertas de cigarrillos,
alcohol y drogas. Es importante que el padre les enseñe cómo rechazarlos ya sea
de una manera más tímida como un “no, gracias”, o de una manera más enérgica
“de ninguna manera”. Eso dependerá del carácter y la personalidad de cada
chico.
·
Hable sobre
cómo evitar situaciones indeseables y que transgredan la ley. Los niños que no
se encuentren en estas situaciones son menos proclives a realizarlas. Por eso
es muy importante saber quiénes son sus amigos, y ver que estos no fumen ni
tomen drogas o alcohol, tampoco que roben ni mientan a sus padres. Es muy
importante saber en que entorno se está moviendo su hijo.
·
Recuérdele a sus hijos que es muy importante tener
amigos para que puedan ayudarlos cuando sientan una presión grande sobre ellos.
Por eso la importancia de elegir buenos amigos que no anden en “cosas raras”.
·
Hágale saber que siempre es importante el consejo de
un adulto. Si no son los padres pueden ser otras personas confiables que le den
consejos acerca de las drogas y el alcohol.
·
Refuerce la autoestima de sus hijos. Los niños con
una autoestima fuerte toman decisiones propias y las siguen, no se dejan llevar
por lo que les digan sus pares. Los padres pueden ayudar a construir esa fuerte
autoestima enseñándoles cómo actuar ante determinadas situaciones sin que ellos
sientan que están pasando vergüenza.