Con
el creciente uso de las tarjetas de débito, se pudieron observar algunos casos
de duplicación, en los cuales se fabrican tarjetas de débito mellizas, para
realizar operaciones paralelas.
Estos
casos, no obstante, todavía no son muchos, pero dan cuenta de una tendencia. El
método se conoce como “skimming”, término en inglés que en una tarjeta de
débito significa “levantar” sus datos confidenciales (número de cuenta y
pin o contraseña).
El
fraude se realiza con la complicidad de un comerciante, quien le dirá a su
cliente que existió una falla en el registro a causa de un problema en el
equipo, por lo que necesita pasar la tarjeta por otra terminal. Sin embargo, el
equipo no estaba realmente fallado, por lo que capturó los datos de banda y pin,
datos con los que se puede fabricar una tarjeta melliza.
Según
señalan las empresas que emiten estas tarjetas, los lectores de tarjetas tienen
un software que captura datos de forma correlativa, por lo que si un dato no es
ingresado, la operación se cancela automáticamente, y no se autoriza la
compra.
De
esta forma, señalan, el sistema es en general confiable, aunque admiten que los
aislados casos de fraude los han hecho implementar más medidas de seguridad,
por lo que en el corto plazo, las bandas magnéticas serán reemplazadas por el
microchip.
Una compra segura
Estas
son los cinco puntos que debería tener en cuenta para comprar de una forma
segura:
- Elija, en lo
posible, los lugares más serios.
- Presencie el
proceso completo que efectúa el comerciante con la tarjeta, sin permitir
que esta persona la lleve a otro lado.
- En el caso de que
el comerciante le diga que la transacción ha sido fallida, exija un
comprobante emitido por la máquina, el cual debería decir: “respuesta
denegada” o “error”. Solo así deberá permitirle un segundo intento.
- Para el caso de
que no le entreguen este comprobante o tenga serias sospechas de fraude, diríjase
al banco para cambiar rápidamente el pin.
- Una vez en el
banco, exija que ellos se hagan cargo de las investigaciones y acciones
pertinentes, pues en muchas sucursales intentan trasladarle el problema al
usuario, lo cual representa para él tanto una pérdida de tiempo como la
posibilidad de no implementar las acciones correctas.