Una mujer
sentimentalmente ingenua podría definirse a la mujer que no sabe realmente como
amar de manera saludable, al contrario después de una o más relaciones amorosas
infructuosas ella no logra encontrar el equilibrio en su forma de amar y por
ende no es amada en la misma manera y con la misma intensidad.
La
mujer
ingenua puede llegar incluso a idealizar románticamente a su pareja confundiendo
lo dulcemente ingenuo con lo vilmente oscuro, unas incluso llegan a creer que
pueden “curar” a los hombres con su amor, cuando la verdad es que están
hipotecando su alma e incluso en algunos casos la de sus hijos.
Pero ¿por qué existen mujeres sentimentalmente ingenuas?
En teoría
las mujeres deberían ser iniciadas por sus padres o tutores en el proceso de
relacionarse con el sexo opuesto a través de lecciones básicas, así como lo
define la escritora americana Clarisa Pincola en su libro “Mujeres que corren
con los lobos”.
Ella toma como ejemplo las lobas que les enseñan a sus crías
sobre los depredadores y enfatiza que las mujeres deberíamos recibir unas
lecciones básicas de nuestros progenitores: “si es amenazador y más grande que
tú, huye, si es débil, decide qué es lo que quieres hacer, si está enfermo,
déjalo en paz, si tiene púas, veneno, colmillos o garras afiladas, retrocede y
aléjate en dirección contraria, si huele bien, pero está enroscado alrededor de
unas mandíbulas de metal, pasa de largo”.
Pero en
la práctica la mayoría de los padres enfocan a sus hijas a desarrollarse a nivel
profesional y muy pocas han tenido la oportunidad de desarrollar sus habilidades
sociales con el sexo opuesto, con quienes en su mayoría querrán formar una
familia.
Otras
mujeres quienes deciden casarse sin haber desarrollado sus habilidades sociales
con el sexo opuesto van al matrimonio con expectativas no realistas, la mayoría
fracasa por falta de madurez emocional en las relaciones de pareja dado que su
comprensión emocional es muy débil.
Pero ¿Qué
pueden hacer las mujeres para fortalecer su comprensión emocional?, en mi
experiencia trabajando con mujeres que quieren crecer emocionalmente, les
recomiendo dar paso a la mujer naturalmente instintiva.
Una
mujer
instintiva es aquella que ha sido amada por sus progenitores o sus tutores de
manera saludable, ha aprendido las lecciones básicas de ellos, ha tenido la
oportunidad de desarrollar sus habilidades sociales con el sexo opuesto y ha
logrado una madurez emocional sólida. Pero este tipo de mujer se ve muy poco
actualmente.
Sin
embargo esto no significa que las mujeres no podamos desarrollar nuestro
instinto natural, el sexto sentido que nos permite valorar situaciones de riesgo
en cualquier ámbito. Toda mujer que quiere, puede estar en contacto con su yo
interior fuente de la sabiduría del ser humano.
Una de
las maneras de desarrollar nuestros poderes naturales de percepción es a través
técnicas de meditación. Otra manera de desarrollarlo es en comunión con la
naturaleza o en la tranquilidad de nuestra habitación.
En el lugar que nosotros
elijamos, todos tenemos dentro de nosotros la capacidad de contactar con nuestra
sabiduría interior y desarrollar el instinto que nos permite sentir y tener una
comprensión emocional de lo que nos conviene.
Otra
manera de hacer contacto con nuestros instintos es a través de la educación para
desarrollar nuestras habilidades físicas, sexuales, espirituales y emocionales
para fortalecer nuestra autoestima y la manera en que nos relacionamos con los
demás.
Este
conocimiento que te servirá como guía y apoyo puedes buscarlo a través de un
libro, curso, taller o seminario, un terapeuta o un coach que te ayude a crecer
como mujer y ser humano en el aspecto afectivo.
Pero más
allá los medios que elijas para crecer como ser humano, recuerda siempre que tú
eres lo más importante en tu vida, y tu salud mental es tu responsabilidad. Tú
decides la manera en quieres amar y ser amada, ese es el concepto de la
libertad.
Por
Teresa Ruiz Pedersen
Directora de
Matrimonio Sin Fronteras