Cómo seguir viendo a las amigas después de casadas

¿Cómo dedicarle tiempo a la amistad cuando se está casada y con hijos? 


La vida de casada modifica bastante la
rutina de una mujer. Mucho más si se
tienen hijos. “Una mujer no sigue siendo la misma que cuando era soltera.

Tiene más responsabilidades y menos tiempo para dedicarle a sus amigas y a
todo aquello que desea mantener de su vida anterior
”, comenta la socióloga
uruguaya Fina Bechara.


Consejos para mantener la amistad

·
Lo importante es mantener un equilibrio. “Aunque ya no se disponga del tiempo
que se tenía antes, hay que saber organizarse para poder pasar tiempo con los
afectos.

El haber comenzado un nuevo estilo de vida no significa que tenga que existir
una separación entre el pasado y el presente
”, comenta la profesional.

·
Una de las alternativas para que las amigas no se sientan abandonadas, es
compartir el tiempo con ellas también y con la familia actual.

“Las relaciones no tienen por qué separarse definitivamente ni deteriorarse con
el transcurso del tiempo. La intención es programar encuentros semanales o
mensuales como más se crea conveniente, pero no perder de vista la importancia y
el valor de cada uno en los vínculos
”, reflexiona Bechara.

·
Reconocer que las cosas no volverán a ser como antes. “Hay que entender esto
para poder establecer el vínculo desde otro lugar. Las verdaderas amistades no
se pierden, y por eso duele tanto cuando la distancia es la protagonista, pero
si realmente importa y vale la pena la relación hay que construirla de nuevo
bajo otras circunstancias.

Ambas partes deben comprender que todo ha cambiado y que hay que relacionarse de
otra manera. Las amistades tienen que comprender que para poder seguir el
contacto deberán adaptarse un poco a esta nueva vida.

Encontrarse en diferentes horarios, en diversos lugares e incluso en la propia
casa cuando nadie se pueda encargar de los niños de la amiga
”, explica la
socióloga.


Las relaciones de amistad son muy similares a las de pareja cuando las primeras
están basadas en un estrecho vínculo afectivo.

“Despegarse cuesta bastante y muchos de los temores de estas amigas que quedan
solas están fundamentados en un posible abandono o que ya no se las quiera más o
del mismo modo que antes cuando compartían todo juntas.

Es frecuente escuchar decir que la amiga que se casa cambia, pero esto no es
así. Sigue siendo la misma, pero con transformaciones normales.

Esto no significa que tenga que existir una ruptura entre ellas sino que tienen
que descubrir una nueva manera de complementarse
”, sugiera la experta.


Cuáles son las actitudes que hay que evitar:

·
Asumir que una nueva vida implica olvidarse del pasado

·
Alejarse sin más, pensando que la distancia es un hecho normal que pasa en la
vida cuando uno se casa

·
Pensar que el cambio que implica un nuevo estilo de vida es incompatible con la
amistad.