Aquella persona que manifiesta un complejo de inferioridad siente que vale menos
que el resto.
“Tiene que ver con una distorsión de la realidad ya que todos tenemos virtudes y
defectos y destacamos allí donde otros no lo pueden hacer.
Pueden ser muchos los factores que influyen para que una persona se sienta
desvalorizada”, sostiene la psicóloga argentina Liliana Feiman.
Causas del complejo de inferioridad:
·
rechazo de otras personas
·
indiferencia por parte de otra gente o su entorno cercano
·
recibir constantes burlas
·
defecto físico (fealdad, obesidad, talla baja o alta, etc.)
·
intelectual (dificultad para la matemática, deportes, etc.)
·
social (antipatía, timidez, etc.)
Este sentimiento produce consecuencias indeseadas desde la más temprana edad.
“Provoca inhibición y aislamiento. La persona irá forjando cada vez con más
intensidad una manera de ser tímida y retraída”, comenta la profesional.
Maneras de abordar el complejo de inferioridad:
·
Establecer la causa del complejo
·
Si es provocado por una situación puntual, como por ejemplo la obesidad, “lo
que hay que hacer es fijarse la meta de adelgazar y así con todas las
situaciones que se puedan modificar”, opina la especialista.
·
Muchas personas que padecen de este complejo intentan compensar la debilidad con
el destacar en otra cosa como por ejemplo en el deporte o la música.
“Esto no está mal y tampoco se hace de manera consciente, pero es una manera de
compensación que no es válida ya que no soluciona el problema, sino que lo
distrae o engaña”, comenta Feiman
·
Hay que tener cuidado con quienes debido a sentirse inferiores, encuentran la
manera de revertir esta situación siendo pedantes y vanidosos.
“Aunque parezca raro mucha de la gente que es soberbia y altanera es porque
están disfrazando su verdadera condición y es aquella que establece el patrón de
la inferioridad.
Es muy peligroso ya que la persona inconscientemente no entiende por qué no es
aceptada si es tan maravillosa y en realidad pierde el límite que hay entre lo
que es verdad y lo que hay en su imaginación”, explica Feiman.
·
La terapia individual es un buen camino para encontrar la salida a este
trastorno, ya que se debe investigar muy bien el origen del problema y muchas
veces es muy complejo poder determinar la causa valiéndose uno mismo.
“Un profesional puede guiar a la persona y brindarle pautas de autovaloración
que no conoce y ni siquiera se imagina que sean posibles.
Hay quienes tienen una autoestima tan baja que necesitan ayuda profesional para
poder darse cuenta de cuánto valen y de cuántas cosas son capaces de hacer y
entregar a la sociedad”, sostiene la profesional.
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