El miedo a conducir puede tratarse efectivamente si el individuo afectado se
anima a reconocer el problema y aceptar ayuda profesional para disolverlo.
Según un estudio realizado por la Fundación MAPFRE, empresa asegurado española,
en España ocho millones de personas sufren de amaxofobia, que es el temor a
guiar un automóvil.
Esta investigación también revela que el porcentaje de mujeres que padecen este
trastorno es el doble que de hombres.
“Este impedimento que hace que el momento de conducir un vehículo se
transforme en un momento tenso que genera mucha ansiedad puede deberse a
múltiples factores.
Entre los más tradicionales podemos mencionar personas que hayan sufrido un
accidente automovilístico o que tengan conocimiento de algún incidente que le
haya costado la vida a alguien del círculo cercano, el haber presenciado un
accidente de tránsito.
Otro factor que influye puede representar a aquellas personas que no suelen
conducir con asiduidad y que no disponen de la suficiente práctica o que siempre
que salen con algún acompañante, éste recalca lo mal que conducen”, sostiene
la psicóloga española Marita Raíz Mantengo, especialista en el manejo de fobias.
Las personas que no tienen un buen control de sus vidas, que sufren de estrés o
depresión también son propensas a sufrir de amaxofobia.
“Es bastante frecuente que estos individuos presenten miedo a volar o a
permanecer mucho tiempo en espacios reducidos.
Ante el mínimo impedimento que se produce en una carretera o en la calle de
una ciudad, el fóbico prefiere abandonar la escena, darse por vencido y si está
acompañado querrá dejarle el volante al pasajero que esté con él.
Los imprevistos le generan mucho nerviosismo a punto tal de bloquearse y no
saber qué hacer”, agrega el psicólogo uruguayo Conrado Beláustegui Miraflor.
¿Cómo solucionar este problema?
Lo peor que se le puede hacer a una persona que tiene terror a conducir es
obligarla a hacerlo.
“El fóbico que es lanzado al abismo de su trastorno puede sufrir taquicardias,
sudoración, llanto repentino y manifestación de alergias, por eso lo mejor es
comenzar un tratamiento que de a poco vaya suavizando la enfermedad.
Muchos hombres sobre todo, obligan a sus mujeres, hermanas o hijas a salir a
la calle con el auto alegando que el conducir no es nada del otro mundo. Esta
actitud solamente hace que se complique el cuadro.”, revela la experta
española.
El primer paso para comenzar con la curación es tomar conciencia de lo que está
pasando y acudir a un profesional experto en el trato de fobias.
“Es muy útil acudir a las autoescuelas para recibir clases sobre seguridad.
La información aporta conocimiento y éste brinda seguridad y eleva la
autoestima.
Una persona que sale a la calle conduciendo un coche tiene un arma en sus
manos y pies y debe sentirse segura”, sostiene el profesor de autoescuela,
el español Carles Vergara.
