Día a día te enfrentas a nuevas
aventuras laborales, aventuras que muchas veces tienen un efecto acumulativo
cargado de negatividad que da como resultado un espectacular noqueo en ti.
Los conocimientos, las destrezas,
las habilidades técnicas o el coeficiente intelectual no son lo único que cuenta
para triunfar en tu carrera, algo que te da un gran plus es el saber utilizar y
controlar tus emociones.
Cuantas veces has visto a un
director, un jefe o un colaborador que se jacte de ser el mejor y que rompa en
llanto por un problema, por una negativa; cuantas veces has visto aquellos
modelos de éxito para ti, que se quiebren dentro de su trabajo, al enfrentar un
problema.
La capacidad de estas personas,
para enfrentar conflictos, es el uso racional de sus emociones (inteligencia
emocional), lo que les ayuda a relacionarse efectiva y afectivamente con sus
colegas sin cederles la victoria.
Utilizar la
inteligencia emocional
en tu oficina, te será útil para resolver situaciones delicadas, perseverar en
tareas y enfrentar otros retos que conducen al éxito.
Estas son algunas técnicas para
desarrollar y usar tu inteligencia emocional en tu carrera.
Piensa positivo. Los pensamientos
positivos estimulan la motivación, los negativos la merman, afectando tu
confianza y entusiasmo.
Para pensar en positivo utiliza afirmaciones
motivadoras, señalamientos constructivos y establece metas significativas.
No intentes adivinar. Hacer
conclusiones tempranas sin elementos suficientes, te convierte en un maniático
siempre a la defensiva. Cuando tengas dudas sobre una situación, evita hacer
conclusiones hasta que dispongas de toda la
información.
Evita generalizar. Ante
situaciones estresantes con compañeros de trabajo, jefes o subordinados, se
tienden a generar pensamientos distorsionados.
En vez de saturarte en
negatividad dirígete a esa persona y exprésale tu malestar tranquilamente,
explicándole que fue exactamente lo que te molesto.
No exageres. Si alguien tomo tus
tijeras sin consultarlo, no crees una guerra interna, evita ver problemas en
donde no los hay, la vida es una serie de situaciones que requieren algún tipo
de respuesta. El verdadero problema no es el incidente que ocurre, sino como lo
abordas. Pregúntate: ¿de qué forma enfrentar las situaciones para sentirte bien?
Diseña tu entorno. Un ambiente
laboral que te estimule a rendir al máximo. Presta atención a la postura, a la
música de fondo, a los colores y olores y haz cualquier cosa que promueva tu
creatividad.
Puedes trabajar con humor, colgando chistes o fotografías
graciosas. Cámbialos con frecuencia para que no sigan siendo graciosos.
Estas son solo algunas de las
técnicas a implementar en tus actividades laborales, hazlo y notaras un gran
cambio.
Por Lic. Janet Delgado González
Especialista en RH y Desarrollo
Humano
direcció[email protected]
www.direccioneficaz.com
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