Sabemos
que la cultura privilegia en la mujer el rol
de madre, siendo común que su autoestima
dependa del tener hijos.
Es
frecuente que sigan siendo vigentes los prejuicios “victorianos” de reina
del hogar y de madre abnegada.
Pero
actualmente comienza a darse otro fenómeno: ¿Ser
madre o trabajar? Hay mujeres que más modernas y libres de ciertos mandatos
culturales, dueñas de su vida eligen determinada profesión por vocación y. deciden posponer la maternidad, en afán de cierto
perfeccionismo por ejemplo, por motivos laborales.
Y
entonces aparece una nueva categoría de maternidad
a la que podemos llamar como MATERNIDAD
DIFERIDA.
Pero
cuando ingresa a la década de los 40 años y afronta su propio balance.
¿Salen
invictas? Algunas sufren y se angustian.
¿Se
acerca la
menopausia? Gestar es una empresa que absorbe tiempo físico y mental
a la mujer.
¿Se
sienten dispuestas a EMBARAZARSE con todas las letras y poner el cuerpo a esta
edad? ¿Afrontarán mayores riesgos?
Llegan a
los 45 años, preocupadas, a veces angustiada porque no tuvieron los hijos que
de alguna forma deseaban tener y con una crisis de la edad mediana de la vida,
que la sacude entera. No tuvo hijos cuando pudo tenerlos y siente que la miran con lástima. Se conflictúa y se
deprime.
Una
maternidad diferida no concretada, puede constituirse en un área en crisis de
su incipiente menopausia.
¿QUÉ
SITUACIONES HAY EN LAS QUE UNA MUJER LLEGA A LOS 40 SIN HIJOS?:
· Las mujeres que dicen no querer
tener hijos.
· Mujer que llega a los 40 soltera
porque no pudo formar pareja ¿Se
inseminará artificialmente? Esto hoy es posible.
· Mujer que llega a los 40 casada,
sin hijos, por una esterilidad y vivida como un rotundo fracaso.
· Por decisión propia y que se
siente aparentemente satisfecha
· Por conflictos de su historia y
para no repetir algo traumático que ella sufrió.
En cuestión
de reproducción la medicina actual
hoy ofrece novedosas alternativas a las mujeres en menopausia, mujeres sin
pareja, mujeres con cáncer expuestas a una quimioterapia. Todo esto, sin
embargo, genera muchas cuestiones.
Desde
preguntas de repercusiones en lo psíquico e incidencia en la pareja, hasta
temas de ética, y de Bioética.