Los seres humanos al nacer tenemos una
herramienta extremadamente poderosa, que es la sección de nuestro cerebro
conocida como “formación reticular”. Una de sus tantas funciones, es comportarse
como un filtro sensorial. Esto a veces puede jugarnos a favor, pero también en
contra si no la sabemos utilizar correctamente.
Si logras usar esta parte de tu cerebro
de la manera correcta, podrás convertirlo en un radar para el éxito. Para eso
necesitas 3 pasos:
1. Tienes que definir de manera clara y
detallada la meta.
2. Proyecta como te sentirías si
hubiéramos obtenido ese objetivo.
3. Utiliza todos los recursos necesarios para recordar esos sentimientos de
forma constante.