La importancia del rol paterno

La sociedad siempre asignó una mayor importancia al papel de la mujer en la crianza de los hijos. Sin embargo, el rol del padre es fundamental, tanto para el correcto desarrollo de los niños como para su futura vida adulta

 


¡ No subestime la importancia del modelo masculino que todo hijo debe tener en su vida !

Mientras que las madres tienden a dominar la educación de los hijos, los padres también desempeñan un papel muy importante en su desarrollo psicológico, emocional, y social. 

“Los hombres pueden tener mucha influencia en sus hijos, sin necesidad de sacrificar su ‘masculinidad’: solo deben hablar y pasar más tiempo con ellos” dice Mario Kremer, un psicólogo especializado en terapia familiar.

Los niños que desde el nacimiento crecen con una gran influencia de sus papás en su educación, tienen estos beneficios:

  • Identidades más definidas

  • Mayor capacidad de tener y conservar lazos significativos

  • Mayores habilidades para desempañarse solos

“Por otra parte, está comprobado que las personas que mejor se desarrollan en su adultez, son aquellos que mayor contacto tuvieron con sus papás” afirma Kremer, al tiempo que agrega que “ellos aprenden formas más sanas de competir y de potenciar y maximizar sus capacidades”.

Asimismo, las hijas también necesitan de la influencia de sus papás, para sentir una seguridad que sólo el género masculino puede otorgarles. 

Y en ambos casos, es decir tanto en los chicos como en las chicas, es fundamental la presencia de un hombre adulto –con un rol activo- en el hogar, particularmente porque entre sus 9 y 11 años, ellos exploran su propia identidad, y el padre es el único que puede balancear el cuadro previamente dominado por la madre.

En sus años de adolescencia, cuando deben enfrentarse a la independencia y la responsabilidad, los niños necesitan de modelos masculinos y femeninos para fijar sus comportamientos y sus límites, valores que le durarán hasta la edad adulta.

A veces, los padres tienden a desestimar su
rol y el valor su implicación en la educación de sus hijos, bajo el argumento de que deben ocuparse de cuestiones mucho más importantes para el funcionamiento del hogar, como el trabajo o alguna reparación. 

Pero… ¿Qué puede ser más importante que la crianza de un hijo? Nada repone el tiempo perdido en la educación de un niño, algo que no es en absoluto un trabajo, sino un placer. Y los padres ausentes deben saber que su ausencia durante el desarrollo de su hijo, es a menudo “reprochada” (aunque en términos mucho más duros) durante la adultez de éste.

Las formas de implicarse con la educación de un hijo incluyen:

  • Formar un “equipo” para ayudar en las tareas cotidianas de la casa.
  • Disfrutar de pasatiempos juntos.
  • Sostener conversaciones y confidencias. Para esto, es muy bueno hacer una salida de fin semana a algún campo cercano o zona suburbana.
  • Ser sensible a las necesidades de su hijo, y responder a ellas.
  • Participar en la disciplina y el cuidado del hijo, junto a la madre.

En las familias donde no exista la figura paterna, la madre debe tratar de encontrar una figura masculina que reemplace este papel, y se convierta en un modelo positivo para sus hijos. 

Los hijos (especialmente los varones) necesitan de esa figura durante su adolescencia temprana, y pueden beneficiarse mucho construyendo un lazo fuerte y sano con un abuelo, un tío, un líder de grupos juveniles, un sacerdote, o aún un amigo varón que asuma un rol protector.

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