¿Hace años que espera su aprobación? Se ha esforzado tanto, todos sus colegas lo admiran pero sus padres jamás le han dado un indicio de orgullo, el más mínimo gesto de aprobación...

Deje
de esperar


Lo
primero que debe saber es que usted será bueno o malo, valioso o no, sin
importar la opinión de sus padres. Lo que usted sea y quiera ser no tiene nada
que ver con lo que piensen ellos de usted. De modo que buscar su aprobación es
sólo una forma de buscar seguridad donde no la hay, su aprobación no lo hará
mejor o más valioso. Existen padres que sólo admiten la perfección y que esa
búsqueda se la imponen a los hijos. Lo que no pueden ver es que la belleza se
encuentra en que todos los humanos tenemos defectos, y son esos mismos defectos
los que nos hacen humanos. No importa lo que usted haga, siempre podrá
encontrar una falla, de modo que es algo inútil hacer las cosas para una
persona así. Sólo hágalas por usted mismo.

Aunque
es casi imposible cambiar a una persona con esa actitud sí se puede limitar el
efecto que tenga en usted. El juicio de calor que sus padres puedan tener pueden
guardárselo para ellos. De todas formas, siempre admitimos algo de lo que
nuestros padres nos dicen, pero debemos convencernos que así como se equivocan
en otras cosas, porque son seres humanos, pueden equivocarse en su juicio. Usted
no deja de amar una persona cuando no está de acuerdo con ella, es más, sería
imposible amar a alguien a quien no le podemos encontrar ningún defecto. Y
porque lo ama, puede escucharlo pero no tiene por qué pensar que lo que dice es
la verdad.
 

¿Qué
hay detrás de las críticas?


Si
una persona es de criticar demasiado esto es un claro indicio que tiene algo
para criticarse a él mismo y es por eso que busca el defecto en los demás. Que
los demás también tengan defectos es algo que lo reconforta, y señalar a los
demás es la mejor defensa para que los demás no lo señalen a uno. Cubrir
cualquier resquicio con críticas no deja lugar para que lo juzguen y así se
siente aliviado. Existe un dicho para cuando alguien apunta con el dedo índice
a una persona: mientras un dedo señala hacia los demás, otros tres lo señalan
a uno. Es decir, busca en los demás los defectos que él mismo posee.

Cuando
somos niños vemos a nuestros padres como toda fuente de verdad y justicia. Si
ellos dicen que algo que hacemos está mal, está mal sin importar la causa.
Creemos que siempre tienen razón y que es imposible que estén equivocados,
porque si se equivocan no tenemos ninguna fuente segura de verdad. Y eso nos da
miedo. Al crecer algo de queda en nosotros. Pero hay que saber que madurar
significa, en parte, poder deshacerse de este lazo. Tenemos que saber por
nuestras propias razones qué es lo que está bien y qué es lo que está mal.
Aferrarse a esa verdad que nos impusieron nuestros padres es sólo un síntoma
de inmadurez.

Si
usted recuerda que sus padres lo han criticado desde que era pequeño piense en
esto: ellos eran los que estaban equivocados, no usted. Porque cuando uno es
pequeño, cualquier falta que pueda cometer es falta de los padres. La niñez es
la etapa de exploración, donde comenzamos a descubrir el mundo y aún no
tenemos ningún juicio de valor sobre él. De modo que si un padre se la pasa
criticando a un niño y le hace sentir mal y culpable, él es el cruel, él es
el ignorante, él es quien está equivocado. ¿Qué hace que una persona quiera
hacer sentir así a un niño? ¿Falta de cariño? ¿Falta de comprensión?
Cualquiera sea la razón, la falta es de él.

Debemos
entender que este deseo de criticar a los demás es parte de un odio a sí
mismo, un resentimiento que probablemente devenga de una niñez sufrida a causa
de las críticas y la vergüenza. Es probable, que si su padre o madre se la
pasa criticándolo sea a causa de que sus abuelos lo o la criticaban de la misma
forma que lo hacen con usted. Un círculo vicioso triste y cínico. Pero usted
puede ser quien lo rompa. Usted puede ser quien perdona a sus padres, algo que
sus padres no pudieron hacer con sus abuelos, y hacer que toda la familia salga
de ese sistema enfermo y agotador.
 

¿Qué
hacer para evitar las consecuencias?


Debe
empeñarse en entender estos mecanismos. Sea conciente de lo que esto puede
estar haciendo en su vida. Es algo que está enterrado en su inconsciente pero
que puede expresarse en actitudes en formas de vivir. Puede llevar un diario
personal para saber cómo estas críticas constantes afectan su relación con
los demás. Ser conciente de esto le ayudará a limitar sus influencias, porque
los efectos sólo se producen mientras la fuente esté oculta en su
inconsciente. No permita que las críticas sigan comandando su vida, debe tomar
el control y para eso debe entender de dónde provienen y cómo se expresan en
su vida cotidiana.

Debe
tener en cuenta de que si ha sido un niño muy criticado probablemente quiera
rodearse de personas que lo juzguen. Es probable que se enamore de una persona
que siempre lo ponga a prueba, que siempre tenga una crítica que hacerle. Debe
observar detenidamente el desarrollo de una relación así. Si nota que se ha
rodeado de gente que sólo le hace sentirse mal con usted mismo, piense en un
cambio de entorno. Debe ser cuidadoso, reflexionar cuando siente que se está
enamorando de una persona que se cuida de estar siempre fuera de su alcance.
Puede ser ese ciño dentro suyo quien está eligiendo, ese niño que está a la
espera de ser lo suficientemente bueno como para ser amado. Debe salir de ese círculo,
usted ya es alguien valioso sin tener que pasar ninguna prueba. Aléjese de las
personas que le exigen pruebas constantemente, son personas que no valen su amor
y esfuerzo.

Intente
rodearse de personas que lo quieren por lo que es. Que no aprueban o desaprueban
a las personas, que sólo las quieren. No tiene por qué romper relaciones con
sus padres, pero asegúrese de estar rodeado de gente que sabe mirar lo bueno
que hay en usted y que no tiene complejos en decirle que está orgulloso de lo
que usted es y hace. Haga una lista de los amigos que tiene, y observe cuántos
son personas positivas, que siempre intentan ayudarlo y lo felicitan por lo que
hace y cuántas son exigentes, demandante y competitivas. Si sólo esta rodeado
de personas del segundo grupo, es hora de encontrar nuevas amistades. Estas
personas podrán parecerles extrañas, poco interesantes, incluso aburridas pero
no se deje llevar por esta impresión. Es posible que su inconsciente le esté
jugando una mala pasada. Es posible que usted esté acostumbrado a que lo traten
mal y, cuando no es así, se sienta incómodo. Y esto, tarde o temprano, debe
cambiar.
 

No
permita que continúe


Debe
hacerles saber a sus padres su nueva posición. Deben saber que usted aún los
ama pero que no seguirá siendo la víctima de sus críticas. Que dirijan esta
mirada escrutadora a ellos mismo y que descubran sus propios defectos. Hágales
saber que está dolido por todas las cosas que le han dicho pero que, ahora que
es consciente de que es un error de ellos y no suyo, no permitirá que siga
sucediendo. Déjeles en claro que usted quería su aprobación pero que ahora
entiende que no la necesita, no seguirá esperándola.

No
debe permitirse caer en el círculo vicioso. Intente no juzgar a los demás, no
critique todo lo que hacen los otros. De esta forma sólo estará haciendo lo
mismo que sus padres y, con esta actitud, afirmando que hacían bien. Debe
demostrar y, especialmente, demostrarse a usted mismo que criticar a la gente y
juzgar como si estuviera parado en un pedestal es algo que está mal y que no
debe hacerse. Debe iniciar una nueva tradición en su familia, una que nazca de
la tolerancia, afecto y aceptación de que equivocarnos es lo que nos hace
humanos.

Entienda
que no ver lo bueno que tienen las personas es una falta, falta de poder de
observación, falta de compasión y falta de cariño.