En primer lugar debemos reconocer desde el punto de vista psicológico que el tabaquismo es una conducta de riesgo, con rasgos infantiles que se asocian a un instinto oral.
Hablamos entonces de actitudes agresivas inconscientes, motivaciones internas inherentes al individuo, que tendrían su origen en experiencias tanto hostiles como gratificantes.
Estas vivencias hostiles y gratificantes aparecen conjunta y ambivalentemente en el fumador. El sujeto que fuma antepone su vivencia oral gratificante aparentemente, sin respetar la salud de los demás, hostilidad que tiene una vía externa (daño al otro) y una vía interna (autodaño, o autocastigo).
De esta forma queda sentada la base para que el hábito de fumar sea percibido como una conducta normalmente naturalizada por lo cual queda vedado el posible daño a ocasionar. ¿acaso no nos molesta que nos reclamen? – ¿no nos mostramos molestos ante la prohibición de fumar en lugares públicos? – ¿no pretendemos que en todos los sitios tengamos un lugar específico para ejercer nuestro derecho como fumadores?.
El proceso psicológico de proyección y ambivalencia en el fumador se refuerza por la existencia de mecanismos sociales que conllevan la aceptación y promulgación del cigarrillo como fuente de bienestar.
Y así se sientan las bases de la adicción…
En los primeros 18 meses, los labios y la boca tienen un papel primordial en el infante, ligándose a la satisfacción que proporciona la ingesta en la fase oral del desarrollo motor y psíquico infantil.
Los labios y la boca serán la vía comunicativa por excelencia entre el niño y su familia, fomentando este modo de dependencia infantil.
Conformando la Fase Oral, encontramos la Fase Oral Sádica, reforzada por la aparición de los dientes, y junto con ellos la posibilidad de morder, nueva adquisición del niño con connotación destructiva.
Nos encontramos por primera vez con una relación de amor y odio del niño frente a si mismo, por un lado tenemos actitudes de placer y bienestar enfrentadas a actitudes de hostilidad y malestar.
Se sientan las bases aquí, de esta ambivalencia mencionada anteriormente que nos hace acercarnos al tabaquismo, aun a sabiendas de sus daños para con nuestro organismo y para con el medio que nos rodea….
Adicionamos influencias, familiares, docentes, grupo de pares, modelos sociales y publicitarios que general las condiciones necesarias que nos llevaran a probar… primer paso hacia el abismo del cual tanto nos costara salir y tanto sufrimiento acarreara.
Padres adictos… niños adictos
Las conductas de los padres son específicamente notorias, pues los niños al ver fumar a sus padres, desarrollan patrones imitativos, reforzados por valores positivos. (si mi padre fuma, es porque es positivo, si es positivo puedo imitarlo).
Al percibir al cigarrillo como facilitador de problemáticas, solvente de tensiones, fuente de placer y bienestar porque no consumirle también….
Iniciación al tabaquismo
La iniciación al tabaquismo se produce actualmente cada vez a menor edad, actualmente en la pubertad , alrededor de los 10 – 12 años, y esta relacionada tanto con el grupo de compañeros o grupo de pares, con el grupo familiar, la publicidad, la imitación, la curiosidad, la necesidad de rebelarse frente a las prohibiciones, el deseo ilusorio por resaltar la masculinidad y feminidad y por la necesidad de resaltarse y ser aceptado en el grupo de iguales.
La particularidad psicológica del adolescente tendiente a explorar nuevos terrenos, por los cambios normales del desarrollo, le llevan a encontrarse repleto de ansiedades que no alcanza a evacuar y comprender y fácilmente busca un atenuador de su angustia e intenta equivocadamente acelerar su cambio de niño a adulto, a través de la identificación con ciertos hábitos y actitudes catalogadas como “de adultos” (entiendase fumar una de ellas) …
El adolescente necesita sentirse adulto para reafirmarse, y de este modo salir del vacío que le provoca el sentirse despojado de su “ser niño” anhelante de conocer su “ser adulto”, frente a una etapa ansiógena, cambiante, inestable, se siente vulnerable y se deja llevar por la necesidad de experimentar nuevas conductas que le saquen de la rutina sofocante de su inmadurez afectiva, atraído por nuevas experiencias, el tabaco se convierte en un mecanismo de integración con el grupo de pares, en un compañero de su soledad, en un atenuante de su ansiedad… y tardíamente descubrirá que se convierte también en su peor adicción de la cual le será difícil salirse .
En la mujer joven, encontramos otro facilitador más, el tabaco como controlador de peso. en una sociedad actual en la cual el peso, la imagen externa se convierten en carta de presentación, el cigarrillo ha sido catalogado a suerte de escultor de cuerpos perfectos….
Nada mas faltante a la verdad… Son muchas las investigaciones que demuestran que los fumadores tienen una piel con más arrugas y menos saludable debido al daño que causa el tabaco en los capilares de la piel.. dejar de fumar embellece-.
La nicotina oculta muchos de los encantos y los transforma , si reparar en ello, en puntos débiles de la imagen.
Ya adultos y fumadores
Buscando repetir engañosamente experiencias agradables u hostiles a través del efecto de la nicotina, entran en el consumo.
Las experiencias gratificantes u hostiles en el subconsciente de la persona explican también la actitud agresiva y desafiante de la mayoría de los fumadores para con el medio que los rechaza o los limita físicamente.
Aceptación Implícita o …… bloqueo psicológico..
En situaciones variadas vemos que sin reparar cuidados, los fumadores encuentran natural encender cigarrillos en reuniones con amigos, y se manifiestan cruelmente presionados si se les reclama su comportamiento adictivo.
La acción de fumar da salida a tensiones o ansiedades y hoy en día se sigue fumando en reuniones, en ambientes laborales, donde e esporádicamente podemos ver que le fumador exhala hacia arriba el humo como expresión de máxima solidaridad y cortesía para con los no fumadores.
Concluimos
Vivencias gratificantes u hostiles, experiencias infantiles, ambivalencia, motivaciones diversas, expresiones que demuestran la dimensión psicológica , lo que comenzando como una experiencia nueva, desafiante y de por si desagradable para el organismo, por obra y gracia del tiempo, influencias y procesos de orden complejo culmina deviniendo en una enfermedad, la adicción…
Si centramos la atención en la etimología de la palabra a-dicción, no-dicción, no hablar, esto nos lleva a un punto central: generalmente una persona llega a padecer una adicción por la imposibilidad de hablar de ciertas cuestiones y no poder resolverlas a través de la palabra.
El consumo adictivo de sustancias puede estar referido a las más diversas motivaciones. Puede estar al servicio de intentar falsamente anestesiar un dolor, aliviar la angustia, insensibilizarse ante sentimientos que generan displacer, tapar un vacío, calmar la ansiedad, provocar un estado de euforia, escapar de la monotonía y el aburrimiento…
En resumen.. debemos modificar y desnaturalizar el proceso psicológico de la normalidad del fumar que socialmente predomina, por uno nuevo, esclarecedor que apunta a la prevención del inicio del tabaquismo así como a herramientas que sean eficaces en la cesación …
No olvidemos….
Lo normal es No Fumar…
Por Lic. Rocío Gozurreta
Psicóloga
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