Preguntas sobre el estrés

Existen muchos mitos que rodean al estrés. En esta nota te los aclaramos, para que entiendas mejor tus problemas, y puedas así tomar medidas para revertirlos.

¿El estrés es igual para todos?

De ninguna manera. El estrés
es diferente para cada uno de nosotros, pues lo que es estresante para una
persona, puede no serlo para otra. De hecho, cada uno de nosotros respondemos a
las diversas situaciones de la vida de maneras totalmente diferentes, y por lo
tanto, las reacciones nerviosas que experimentamos, también lo son.

¿Es siempre malo el estrés?

Para muchos, el hecho de
no tener ni una “gota” de estrés, es sinónimo de felicidad y salud. Sin
embargo, esto no es cierto, pues el estrés es a la condición humana como la sal
a la comida: dañan su sobra y su falta. El estrés puede ser el beso de la
muerte o el condimento de la vida. La cuestión, en todo caso, será cómo se lo
manejará. El estrés bien manejado nos hace productivos y felices; por el
contrario, manejarlo mal puede herir e incluso matar.

Si la vida actual es tan estresante, ¿tiene sentido que haga
algo para evitarlo?

Por supuesto. Usted puede
planear su vida para que el estrés no lo agobie. En este sentido, una
planificación efectiva implica poner prioridades y solucionar primero los problemas
sencillos, para luego pasar a las dificultades más complejas. Cuando el estrés
está mal manejado, es difícil priorizar. Todos los problemas parecen ser iguales
y el estrés parece estar por todas partes.

¿Me conviene utilizar las técnicas
más populares, en pos de reducir mi estrés?

Relativamente. Ninguna
técnica es universalmente efectiva para reducir el estrés. Como señalamos, todos
somos diferentes, nuestros sistemas de vida son diferentes, nuestras
situaciones son diferentes, y nuestras reacciones son diferentes. Por eso sólo
un completo programa hecho a la medida del caso podrá funcionar.

Si no tengo ningún síntoma, ¿es
posible que igual tenga estrés?

Si, pues la ausencia de
síntomas no significa ausencia de estrés. De hecho, ocultando los síntomas mediante
la toma de medicamentos, se podría estar privando de las señales que necesita atender
para reducir el esfuerzo fisiológico y psicológico.

Si
sólo tengo síntomas menores, ¿es necesario que igualmente consulte a un médico
para comenzar un tratamiento?

La idea de que los síntomas
“secundarios”, tales como la acidez o los dolores de cabeza o
estómago, se puede ignorar, es un gran error. Los síntomas secundarios del estrés
son advertencias tempranas de que su vida se le está yendo de las manos, y que por
lo tanto debe comenzar a tratar el estrés.