Con el paso de los años Juan
desarrolló un gran complejo de inferioridad. Nació en una familia pobre y casi
no estudió nada. Consiguió trabajo en una maquila y ganaba poco. Con poca
educación y poco dinero, se sentía “disminuido” ante los demás. Pero nunca le
dolió tanto como cuando se enamoró por primera vez. Una linda secretaria se le
metió por los ojos y se le clavó en el corazón. La esperaba a la salida solo
para verla de lejos. Sentía que nunca lo aceptaría porque el ERA pobre, y ERA
un ignorante.
Un buen día decidió hablarle. Solo quería
trabar una especie de amistad casual. Así que el viernes, alegándose enfermo
logró permiso y salió a mediodía. Se
fue a casa, se bañó, se cambió de ropa, regresó presuroso y se dispuso a
esperar al objeto de sus sueños a la salida del parque industrial. No quiso
acercarse más. Llegó la hora. Comenzó a salir la gente, y al fin salió Rosa con
una amiga, pasaron frente a Juan y por poco se le sale el corazón. Hizo un
intento, pero no pudo… no pudo decir nada y la dejó pasar. De pronto sintió que alguien se le acercaba. ¡Era su jefe! Un hombre
grande, lleno de canas y de experiencia. Se turbó mucho y alegó cuatro
tonterías. Recibió una invitación para tomar un café. Se sentía deprimido.
Pensó que lo iban a correr. Pero no, le pidió que le contara lo que le pasaba.
Fue franco y le narró sus desventuras. “Es terrible jefe, SER como soy” concluyó.
El jefe saltó como si le hubieran puesto una
banderilla, y con la fuerza que sólo se tiene cuando se cree intensamente en
algo, le dijo: “Juan, nadie ES, la gente simplemente ESTA”. Le explicó que el
usar el verbo “ser” (SOY pobre,
ignorante, temeroso) da mentalmente
“permanencia” a esas situaciones tan indeseadas. Por el contrario si usamos el
verbo “estar” (ESTOY pobre, ignorante, temeroso) comprenderemos que cualquier situación es transitoria,
y que con la acción adecuada, cambiará.
El “fatalismo”, acepta que todo sucede
ineludiblemente por obra del destino. Sin embargo William James declaró: “El
ser humano puede cambiar toda su vida, con solo cambiar su actitud mental”
LO NEGATIVO: Pensar fatalistamente que
SOMOS, y que no podremos cambiar jamás.
LO POSITIVO:
Aceptar que tan solo ESTAMOS, y que cualquier situación no es necesariamente
para siempre.
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