¿POR QUE?
Porque
durante las relaciones con los animales entramos en un estado alterado de
conciencia en la que la humildad y la nobleza de espíritu forman parte de esta
interacción y por tanto "desaprendemos" las pautas de conducta de
enfrentamiento con el mundo y empezamos a tener conciencia de formar parte del
mundo natural.
Porque el
contacto con la Naturaleza nos hace revivirlos sentimientos más nobles y de
interacción con el mundo, que nos hace comprender que somos parte integral de
él. Aprendemos que tenemos un sitio y aprendemos a disfrutar de los
sentimientos que nos integran directamente a formar parte de la Creación.
Porque los
animales nos ayudan a través de mensajes, algunas veces subliminales, que
entran directamente a nuestro "inconsciente" y que nos enseñan a
valorarnos, a relajarnos y a descubrir quienes somos y porqué estamos en el aquí
y en el ahora. Nos conducen hacia nuestro presente.
Consideramos
que el caballo tiene el más puro instinto de fuerza y nobleza en su contacto
con los seres humanos; y esto, añadido a su gran tamaño, hace que la relación
del ser humano con él produzca un mejor contacto con el instinto más puro y,
por tanto, los
trabajos de huerta son un buen ejercicio para ver crecer aquello que plantamos y
luego alimentarnos con ello, algo que creció porque los sembramos y que
paralelamente nos enseña a pensar que quien siembra… recoge… y se beneficia
de ello.