La sexualidad humana no es algo que se pueda estudiar aislado del individuo, solo tiene sentido cuando involucra la comprensión del psiquismo de un sujeto, sus identificaciones, la formación de la persona como perteneciente a una cultura determinada, su comportamiento en general.
Podemos hablar de las diferentes variantes y sus vicisitudes de la sexualidad en el humano. Al estar inmersos en un mundo de lenguaje, las palabras bañan el cuerpo, transformándolo en una superficie que siente, que habla por si sola.
La sexualidad infantil
La sexualidad no despierta en el momento de la pubertad, ni se dirige natural y necesariamente a la procreación, la búsqueda de placer sexual existe desde la más temprana infancia.
La primera manifestación es el placer de chupar, el cual privilegia la zona de la boca y los labios haciéndose luego independiente de la necesidad de alimentación, la búsqueda de placer se reafirma en la posibilidad de satisfacerse a partir del propio cuerpo, por Ej…en la utilización de ciertos objetos (chupete, dedo, etc.).
A parte de las tendencias surgidas a partir de la estimulación de ciertas zonas, el niño dirige hacia el exterior otras tendencias: el interés práctico por las cuestiones sexuales, pone en marcha la actividad investigadora o pulsión de saber.
El niño comienza a descubrir poco a poco el rol de la sexualidad y las diferencias que esta representa en las personas, elaborando fantasías, mitos o creencias, confundiendo cosas naturales con lo que a su imaginación y madurez le conviene entender.
La investigación sexual infantil, omite dos elementos: que no todas las personas poseen un pene y la actuación del semen fecundante.
Esta investigación es siempre solitaria, apareciendo los primeros signos de independencia del niño y constituyéndose la sexualidad como un enigma. Estas teorías infantiles, caerán luego bajo represión, en el olvido.
Si el niño no logra desasirse de la representación de el pene como universal para ambos sexos, quedará fijada esta idea en su psiquismo, impidiéndole renunciar al pene como objeto sexual, se verá obligado a elegir personas de su mismo sexo como objeto de atracción sexual; en la pubertad no se produce el viraje a otro objeto del otro sexo, identificándose el mismo con el primer objeto de amor, buscando luego objetos semejantes a él mismo.
La sociedad frente a lo sexual
Las identificaciones (entre los tres y cinco años) son determinantes para que el futuro adulto tenga las condiciones necesarias para lidiar con las diferencias, con lo diferente, con lo nuevo, con las competencias y rivalidades y principalmente con la dura realidad de no ser perfecto y completo; debe prepararse para aceptar que ser adulto implica relacionarse en grupo.
Desde la sociedad se juzga la homosexualidad, en ocasiones como "ciudadanos de segunda", se los acusa y acosa por el pecado de ser diferentes, como si fuese signo de una patología. No debemos separar estos discursos provenientes de una sociedad de raigambre patriarcal, donde se condena a lo que no cumple con los ideales familiares y sociales.
Romper con esos valores, produce en el sujeto sentimientos de culpa, angustia de separación y agresión.
La renuncia a los valores familiares heterosexuales, obliga a enfrentar muchas pérdidas que tendrán que elaborar: pérdida de vínculos familiares, relaciones laborales y en ocasiones migraciones forzosas.
Se les pide discreción, el no mostrarse en público con parejas, como a llevar una "doble vida”. Los sentimientos de culpabilidad producen sufrimiento y generan agresividad que puede dirigirse hacia el propio sujeto (autorreproches, impulsos autodestructivos, etc.) o hacia el otro en las relaciones interpersonales.
La sociedad tiende a crear grupos de exclusión en relación a algún rasgo: razas, religión, condición física o sexual, depositando en estos grupos los aspectos negativos no aceptados por la sociedad en su conjunto.
Actualidad
Observamos que en la actualidad, el pasaje a la asunción sexual, muestra ciertos avatares y nuevos modos de manifestación.
Lo que en otras épocas se jugaba por medio del fantaseo, en la actualidad, se lleva a la actuación. Jóvenes cuyas primeras experiencias sexuales son con personas del mismo sexo aunque esto no implique una elección sexual definitiva. Escuchamos decir: " pintó y listo, se dio", "quiero probar de todo".
Cabe preguntarnos a que se debe esta mostración de la juventud, donde parecería ser lo mismo tener relaciones sexuales con otro que por ej. tomarse una bebida o ir a un recital. Estos actos aunque el sujeto no pueda dar cuenta en su momento de su acción, dejan una impronta en su psiquismo, una huella, no es sin consecuencias.
En este tiempo que vivimos, donde lo que importa es el aquí, ahora y ya, no hay lugar para la reflexión y el diálogo.
Podemos decir que lo no enmarcado dentro de la palabra, del sentido, se hace oír con fuerza desde los más diversos actos y manifestaciones, denunciando esto que no marcha, lo que queda fuera de lugar.
Las diferencias
Concluyendo sobre la temática de la homosexualidad, la consideramos como una elección posible dentro de la variabilidad de la sexualidad humana y como tal deberíamos aceptar y respetar cada elección particular.
Aprender a convivir con las diferencias, aceptarlas y no partir de prejuicios o preconceptos, es lo que hace a la maduración y al crecimiento de la humanidad ya que la esencia del ser no corresponde a un único rasgo en particular , sino a un conjunto de ellos que hacen a la personalidad de cada uno.
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