Los rostros inocentes despiertan la incredulidad ajena. Rara vez, el entorno se
sentirá desafiado o incómodo ante una persona que parece no tener maldad ni
malas intenciones.
Es muy fácil poder defraudar a alguien cuando se tiene un aspecto que despierta
confianza y comodidad. Quienes tienen una imagen angelical deben ser más
inteligentes que el resto de la gente ya que una cosa puede ser la que se ve y
otra la que realmente es cuando se habla o se desarrolla una tarea específica.
“Quien tiene una cara inocente debe conservar un
bajo perfil
ya sea con la
palabra y también con las actitudes. Cualquier situación en la que se vea
expuesta este tipo de persona será tremenda y puede jugarle muy en contra.
Lo ideal es ir con cuidado y estudiar muy bien a qué clase de gente se tiene
alrededor ya que cualquier paso puede darse en falso si no se conoce muy bien el
terreno”, determina la asesora de imagen argentina, Isabel Ranni.
La idea no es parecer tonta o sentirse así. “Socialmente la diferencia entre
ingenuidad y tontería es casi inexistente, pero con el tiempo se puede descubrir
perfectamente ante qué clase de persona estamos parados.
Muchas de las personas que tienen carita de “yo no fui” sacan ventaja para
bien o para mal, con lo que también como interlocutor se debe tener cuidado de
lo que se cuenta y de la
clase de vínculo
que se establece con este tipo de
personas”, aconseja la experta.
Entre las virtudes más evidentes que se atribuyen a los rostros inocentes se
pueden mencionar:
1.- Despiertan confianza
2.- Resultan seres más simpáticos y agradables
3.- Son capaces de suavizar cualquier crítica o comentario simplemente con un
gesto
4.- Son poco amenazadores ante los ojos de los demás
5.- Dan la sensación de ser seres más sensibles y comprometidos socialmente
La imagen puede manifestar una cosa, pero al abrir la boca es cuando realmente
se puede avalar lo que se piensa a primera vista de quien porta un rostro
inocente e ingenuo.
“Hay que ser muy cuidadoso con lo que se dice para que no exista una evidente
contradicción que en definitiva termina lastimando a la propia persona quien es
la que se debate cómo debe ser y cómo debe actuar.
La situación no es tan sencilla o superficial como parece. En definitiva, lo
importante es poder ser uno mismo aunque el lenguaje no verbal no ayude o no se
asimile a aquello que realmente somos.
Siempre es mejor ser verdadero y sensato primero con uno mismo, saber
fehacientemente quiénes somos y mostrarnos tal cual ante la mirada ajena.
Así podremos estar seguros que nos aceptan y nos estiman por lo que somos y
no por aquello que aparentamos ser”, finaliza diciendo la especialista.
¿Quieres atraer mas dinero?,
¿Quieres mejorar tu relación de pareja?, ¿Quieres atraer a la persona de tus
sueños? El sistema "Ley
de Atracción Subliminal", de Carmelo Sánchez puede ser la llave para
lograrlo. Encuéntralo haciendo
clic aquí
ahora