El
estrés es algo que en su justa
medida es beneficioso, te da energía, te mantiene
motivada y entusiasta. Por
supuesto, en exceso, el estrés puede afectar a distintas áreas de tu vida e
incluso ser perjudicial para la salud.
Pero también tiene consecuencias el caso
opuesto, la falta de estrés; que puede generar frustración, desánimo,
desmotivación, aburrimiento, apatía, falta de energía…
Son los casos en los que no
tienes suficiente volumen de trabajo y te aburres, o cuando el trabajo es muy
repetitivo y lo podrías hacer hasta con los ojos cerrados. Cuando no hay
desafíos en tu vida y el tiempo se te hace eterno.
En muchos casos es algo
temporal, pero el problema surge cuando la situación se alarga; es entonces es
cuando aparecen la apatía, la falta de motivación y la desgana.
¿Qué puedes
hacer en estos casos? (y antes de seguir recordarte que si tienes síntomas de
depresión o problemas serios de autoestima a quien tienes que dirigirte es a un
terapeuta profesional no a un coach). Apunta:
● Determina la fuente de tu insatisfacción. ¿Es el trabajo, tu vida en
general, algunas personas con las que tratas…? Piensa también qué es lo que te
falta: diversión, salir de la rutina, más cantidad de trabajo, creatividad,
poner en uso tus talentos, más desafíos… Si no sabes cuál es el problema no
podrás solucionarlo.
● Encuentra actividades que te llenen de energía. Durante un tiempo observa
que actividades o personas te hace sentir bien y te llenan de energía y
motivación. Proponte dedicarles más tiempo.
● No sobrecargues un área de tu vida con responsabilidad. Es fácil caer en
la trampa de que tu trabajo (o cualquier otra área de tu vida) tiene que
llenarte completamente y suplir todas tus necesidades y ambiciones. Aunque sería
ideal, no es realista esperar eso.
Si hay algo que tu trabajo no cubre, búscalo
en otras áreas de tu vida. Quizá una afición pueda aportarte esa dosis de riesgo
o diversión que necesitas. La cuestión es que tus necesidades, ambiciones y
valores queden cubiertos entre todas las áreas de tu vida.
● Huye de lo cómodo. Como ya he mencionado antes, este tipo de situación
puede generar una apatía que te haga difícil tomar acción para cambiar las cosas
y así entras en un círculo vicioso. Plantéate cada cierto tiempo si tienes lo
que necesitas para sentirte activa y con energía o si, por el contrario, estás
aburrida o estancada; y piensa formas de salir de esa situación.
¿Qué podrías
hacer para recuperar la energía? A veces no es que el problema sea difícil sino
que no te has parado a hacerte las preguntas adecuadas. ¿Qué puedes cambiar para
mejorar tu situación?
● Cambia. Si tu situación no te llena, si sientes que estás desperdiciando
los días, ¡cambia algo! Párate a pensar qué necesitas para cambiar esa situación
y prueba distintas cosas. No esperes milagros, si sigues haciendo lo mismo las
cosas no van a cambiar.
No tienes que empezar con un gran cambio, empieza con
pequeñas cosas si es necesario; pero acostúmbrate al cambio, a cuestionarte
siempre si lo que haces te llena o no y a probar cosas nuevas. Nadie dice que
sea fácil, pero si quieres un cambio tienes que hacer el esfuerzo.
Aunque hay muchas cosas que están
fuera de nuestro control, sí que somos responsables de mucho más de lo que
admitimos y esta es una de esas cosas. Si tu trabajo o cualquier otra área de tu
vida no te llena y te sientes falta de desafíos, ¡cambia algo!
Seguir así
depende de ti. Como le decía a una cliente el otro día, el tiempo va a pasar
hagas lo que hagas y está en tu mano estar donde quieres de aquí a un tiempo o
seguir exactamente como ahora. ¿Dónde vas a estar tú?
Por Aida Baida Gil
www.coachdelaprofesional.com
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