El
abuso sexual
a un adolescente se lleva a cabo cuando un adulto utiliza a un
adolescente para satisfacer sus necesidades y deseos sexuales. La severidad del
abuso sexual puede variar desde la caricia inapropiada hasta la violación
forzada. Las formas más comunes de abuso sexual a las niñas incluyen:
exhibicionismo, caricias inapropiadas, contacto genital, masturbación y
relaciones sexuales vaginales, orales o anales.
A los niños se les puede abusar
sexualmente mediante caricias inapropiadas, masturbación mutua, felación y las
relaciones anales. Los adolescentes que han sido sexualmente abusados pueden
también sufrir depresión, ansiedad, "PTSD", sentimientos de impotencia y que no
valen nada, problemas de aprendizaje y comportamiento destructivo.
Qué Decir
Si
el niño de alguna manera indirecta indica que ha sufrido abuso sexual, aliéntelo
a hablar libremente de lo que le pasó. No haga comentarios ni lo juzgue.
-
Demuéstrele que usted lo comprende y que toma muy en serio lo que dice. Los
siquiatras de niños y adolescentes han encontrado que los niños que tienen
quien los escuche y comprenda reaccionan mejor que los que no lo tienen. La
respuesta a la revelación de abuso sexual es crítica para la habilidad del
niño para resolver y sanarse del trauma del abuso sexual. -
Asegúrele al niño que hizo bien en decirlo. Si el niño tiene una relación
cercana con el que lo abusa, se sentirá culpable por revelar el secreto. El
niño se sentirá aterrado si se le ha amenazado con hacerle daño a él o a su
familia como castigo por divulgar el secreto. -
Dígale al niño que él/ella no tiene la culpa por el abuso sexual. La mayoría
de los niños tratando de hacer algún sentido del abuso piensan que ellos
fueron la causa del abuso o se imaginan que es un castigo por cosas malas
(reales o imaginarias) que hicieron. -
Finalmente, ofrézcale protección al niño, y prométale que hará de inmediato
todo lo necesario para que el abuso termine.
Qué Hacer
Informe cualquier sospecha de abuso sexual. Si el abuso ocurre en la familia,
repórteselo a las autoridades locales.
Si
el abuso ocurre fuera de la familia, infórmeselo a la policía o vaya a un
hospital para niños público. Los individuos que informan de buena fe los abusos
están inmunes de ser procesados judicialmente. La agencia que recibe el informe
conducirá una investigación y tomará la acción necesaria para proteger al
niño/niña.
Los padres deben de consultar con su pediatra o médico de familia, quien podrá
referirlos a un médico que se especialice en la evaluación y el tratamiento del
abuso sexual. El médico que examine al niño podrá evaluar su condición y dar
tratamiento a cualquier problema físico causado por el abuso; podrá también
obtener evidencia que ayudará a proteger al niño y le asegurará que todo está
bien.
El
niño/niña que ha sido abusado sexualmente deberá someterse a una evaluación
siquiátrica por un siquiatra de niños y adolescentes o por otro profesional de
la salud mental calificado para determinar cómo le ha afectado el abuso sexual y
así determinar si necesita ayuda profesional para superar el trauma del abuso.
El siquiatra de niños y adolescentes también puede ayudar a otros miembros de la
familia que puedan estar muy afectados por el abuso.
Aunque la mayor parte de las acusaciones de abuso son verdaderas, puede haber
acusaciones falsas en casos de disputas sobre la custodia infantil o en otras
situaciones. En algunas ocasiones la corte puede pedirle a un siquiatra de niños
y adolescentes que le ayude a determinar si el niño/niña está diciendo la
verdad, o si le hará daño prestar testimonio en corte acerca del abuso.
Cuando el niño/niña tiene que testificar, se pueden tener consideraciones
especiales (tales como el uso del video para grabar el testimonio, pausas
frecuentes, la exclusión de espectadores o la opción de no tener que mirar al
acusado) las cuales hacen la que la experiencia cause menos estrés.
Los adultos, dada su madurez y conocimiento, siempre son los culpables en los
casos de abuso. Nunca se le debe de echar la culpa al niño que ha sido abusado.
Cuando el niño hace una confidencia a alguien acerca del abuso sexual, es
importante darle apoyo y cariño; éste es el primer paso para ayudar al niño a
que restablezca su confianza en los adultos.
Fuente: American Academy of Child and Adolescent Psychiatry.