La evolución ha hecho que el perro se convierta de un lobo carnívoro a un lobo
inmaduro (eterno niño) y omnívoro, y también las personas que viven en ciudades
tienden a
buscar perros chiquitos y flojos, con el pretexto de que las casas son muy son
pequeños y es peligroso salir, los grandes artistas buscan perros de juguete
llevándolos en mochilas carísimas y muy elegantes para presumir a su perro y
tenerlo siempre cerca, no dejándolo ser “perro”, al no socializar, ni hacer
ejercicio, o perros grandes “muy hermosos”, súper cuidados, donde el perro vive
en la peluquería o no se le permite ensuciarse porque se ve feo, de tal forma
que también no lo dejamos ser “perro”.
Mucha gente cuando está en casa lo saca a pasear muy poco o nunca porque tienen
“un jardín muy grande y hermoso”, provocando animales encerrados como en los
zoológicos, igualmente no lo dejamos ser “perro”.
Los perros necesitan caminar, distraerse, socializar al igual que nosotros, si
hiciéramos esto mejoraría nuestra calidad de vida, no por algo el sedentarismo
provoca la obesidad y sus consecuencias físicas y emocionales.
Buscamos al perro porque nos es difícil socializar y el tener un amigo implica
el compromiso de cuidarlo, verlo, ser sincero, aceptación, comunicación, si no
hay algunas de estas cualidades nos abandona, pero el perro NO, el siempre
estará a tu lado, tiene una lealtad incondicional.
Por eso para los ancianos a veces es su único amigo porque los familiares lo
abandonan, o para el niño su amigo incondicional en los juegos.
Los humanos no siempre llenamos todas la
necesidades del perro, sin darnos
cuenta que si no cuidamos bien a nuestro perro tampoco nos estamos cuidando a
nosotros mismos, y estamos creando perros que tratamos como pequeños humanos o
bebés, provocando cambios de
conducta del perro que en vez de ayudarnos nos
perjudican como la ansiedad por separación, perros destructores, perros peleoneros, que lo que indican es la incapacidad de liderazgo del ser humano al
no poder ser su líder de manada, sin darse cuenta que si aprende ese rol podrá
ser líder de sí mismo y de su entorno.
Necesitamos del liderazgo y la asertividad para educar a nuestros hijos, para
enseñar a los alumnos, para manejar una empresa, es parte de la socialización y
de nuestra cultura, pero es más fácil que alguien nos diga que hacer, y
aprendemos a ser sumisos para tener menos obligaciones.
El tener un perro es una obligación igual que un hijo, tenemos que educarlo,
darle protección, alimentarlo, cuidar su salud, amarlo con la diferencia que los
hijos cuando crecen nos reclaman y el perro no puede.
El humano con la mascota se siente seguro de que hay alguien que lo quiere, que
lo necesita, que no lo va a abandonar, que no le importa ni quien es ni como es,
algunos cuidan el patrimonio al ladrar, en pocas palabras cubren nuestras
necesidades afectivas y nos permiten una conexión con la naturaleza.
Los humanos nos hemos alejado de la naturaleza y de nuestros instintos, ya no
salimos a caminar, de compras, a tomar un café, a la biblioteca, a la escuela,
casi todo es en auto o por medio de la computadora, es por eso que tenemos
enfermedades relacionadas con el sedentarismo, y el aislamiento social, hemos
llegado a tal grado que para no socializar que nos llevamos el gimnasio a casa.
Te das cuenta de lo importante que es tener un perro, te ayuda a la
socialización, compromiso, responsabilidad, aceptación, empatía,
entretenimiento, estimulo mental, mejora tu salud física y emocional, te enseña
a estar en contacto con la naturaleza y con tus instintos.
Por Psc. Vivian Hall Vigoritto
México DF
[email protected]
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