Cocina de las Navidades de antaño
Hoy en día se busca exaltar la mesa de Navidad con platos gourmet, refinados, y a veces hasta sofisticados y exóticos; es que los tiempos van cambiando y los medios de comunicación, conjuntamente con las grandes empresas, proponen ofertas distintas donde incluso se pretende alcanzar un status social diferente, y como los tiempos cambian, con ello las costumbres y, a medida que pasan los años nos vamos olvidando…
¿De que nos teníamos que acordar?, bueno en principio que de que la Navidad nació a partir de una fiesta solsticial en que se reunía a la familia en torno de la mesa para festejar el nacimiento del “dios sol”, que marcaba el fin de las cosechas, la llegada del invierno (con el día más corto y la noche más larga del año) y las promesas de un año prospero por venir; a partir del “cristianismo” el día del nacimiento del dios sol fue concedido para que se festejara el “nacimiento de Jesús”, y mi madre siempre nos solía decir que la “cena de la nochebuena” como el almuerzo de la Navidad debía revestir un cierto tono de humildad y recogimiento en torno a la familia.
Hoy quiero rescatar algunas recetas referentes a la Navidad que me han llegado de manos de mi amiga Carmen (nic) de Asturias, que con tanto amor me ha traído de regalo “El libro de las guisanderas de Asturias”, tierra de mi abuela materna, Doña Etelvina Quintana Díaz, y recordar a estas mujeres cultoras del “fuego lento”.
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