15. Recurra a la versatilidad de la mayonesa. Un poco de mayonesa baja en
calorías (sólo un poco: un exceso de mayonesa, por mínimo que sea, puede
arruinar cualquier plato) sirve para reemplazar el aceite en las tortas. Dato
útil si no se quiere recurrir a la compota de manzanas o al puré de frutas.
16. ¿No puede resistirse a esos aderezos altos en calorías? A no preocuparse.
Pruebe mezclándolos con crema baja en calorías o yogur, de acuerdo a su gusto
personal. El resultado lo sorprenderá.
17. La leche en polvo es su amiga. La leche condensada y baja en calorías le
agrega mucha consistencia a un plato, además de eliminar grasas. El dato es
ideal cuando se piensa en un postre sabroso y no se quiere poner en riesgo la
dieta.
18. Menos cantidad, más calidad. Nunca es lo indicado eliminar por completo las
grasas de la dieta, ya se ha dicho antes. Por eso, si algún producto bajo en
calorías o descremado es verdaderamente incomible, pruebe reduciendo
drásticamente las raciones de calorías. Use tres veces menos azúcar (o manteca,
o el ingrediente conflictivo en cada caso) que lo habitual, y su problema estará
solucionado.
19. Si no puede dejar el pan... ¡al menos abandone a sus acompañantes! Si el pan
es ineludible en su dieta, por cuestión de costumbre o de simple gusto, nada de
manteca ni mermelada. Disfrute del sabor singular del pan fresco, y si es
tostado mejor.
20. Siga todos estos consejos, pero no sea extremista. Esperamos no ser
insistentes, pero debemos repetirlo una vez más para terminar: no es saludable
eliminar completamente las grasas de su dieta. En promedio, entre el 20 y el 30
% de sus calorías deben provenir de las grasas.
Estos consejos le servirán para tener una dieta más sana, siempre y cuando no lo
olvide.
|