Cómo hacer recetas saludables
Algunas personas se sienten intimidadas ante la dificultad que supone preparar
verdaderas comidas saludable, y, ante el pensamiento de tan monstruosa tarea,
prefieren ingerir pollo frito todos los días o practicar algunas de las dietas
que encuentran en distintos sitios Web o revistas.
Presta atención a lo siguiente: existen otras opciones para ti. Crear tus
propias recetas saludables es más sencillo de lo que crees.
Simplemente comienza
con los ingredientes adecuados y otorga algo de libertad a ese cocinero
reprimido que hay en tu interior.
Elige ingredientes naturales
Cuando de preparar recetas se trata, usa siempre ingredientes integrales. Con
tantos alimentos diferentes en los mercados, intentar determinar qué es en serio
saludable y qué no lo es puede ser algo difícil.
Sin embargo, podemos usar una
regla sencilla para encaminarnos bien: mantener todo tan natural como sea
posible.
Los alimentos naturales son: productos frescos, huevos, aves de corral y carnes
magras.
Estos alimentos no son procesados y no contienen grasas trans,
conservantes, ni otros aditivos químicos que pueden ser peligrosos para el
consumo humano.
Usa frutas orgánicas, vegetales, y carnes siempre que sea posible
Siempre que puedas, opta por alimentos orgánicos, pues éstos no contienen químicos sintéticos, residuos cloacales, ni están genéticamente modificados.
Piensa en ti y en tus seres queridos cada vez que vayas a comprar alimentos, y no desaproveches cualquier buena ocasión para comprar productos orgánicos (frutas, vegetales, y carnes).
A pesar de lo que los fabricantes acostumbran a decir, nuestro cuerpo no ha sido diseñado para vérselas con las toxinas presentes en los alimentos procesados.
Cocina con el tipo de aceite adecuado
Encontrarás gran cantidad de recetas que requieren que los alimentos sean
salteados, horneados, freídos, o asados.
Si quieres que tu dieta sea saludable,
olvídate de la grasa y del aceite vegetal. En cambio, usa aceite de oliva,
verdadera manteca, o aceite de coco (todos orgánicos, por su puesto). Todos
estos aceites son saludables y pueden agregar valor nutricional a tus comidas.
El aceite de coco es grandioso para freír alimentos. El aceite de oliva y la
manteca son excelentes para los alimentos salteados.
Si intentas freír tus
alimentos en aceite de oliva o manteca, podrías prender fuego la cocina, así
que, por favor, no lo hagas.
Por otra parte, puedes usar aceite de oliva para
cubrir tus carnes y vegetales antes de asarlos u hornearlos.
No tengas miedo de experimentar
Las recetas no están grabadas en piedra. Tienes todo el derecho de modificarlas
eliminando los ingredientes poco saludables y cambiándolos por otros más
nutritivos.
Por ejemplo, si te encuentras con una receta que requiere leche,
puedes hacerla más saludable usando leche descremada, leche de almendras o leche
de coco.
Si no te gusta un alimento en particular, o si quieres dar a una receta un sabor
diferente, simplemente reemplaza o elimina los ingredientes que necesites para
alcanzar tu objetivo.
Al mismo tiempo, no tengas miedo de meterte en la cocina y
usar ingredientes saludables para crear mejunjes y brebajes tan originales como
deliciosos. Los chefs lo hacen todo el tiempo. Y tú también puedes hacerlo.
A veces, las mixturas creadas pueden ser un éxito, y otras veces pueden salir
algo peor.
El punto es que puedes preparar una infinita cantidad de recetas
deliciosas a partir de ingredientes saludables. Sólo debes meterte en la cocina
y empezar a combinar.
Siempre es excitante probar cosas nuevas. Y si resulta que
inventas un platillo delicioso y lo quieres compartir, envíanos la receta por
mail.
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