Ingredientes para la masa (4 a 5 personas):
- 500 g de harina 000 (en Italia se utiliza 00)
- 5 huevos medianos (frescos y a temperatura ambiente)
- 5 cucharadas de aceite de oliva
Relleno 1:
- 500g de ricotta de vaca, cabra u oveja
- 100g de jamón cocido picado
- 1 huevo
- 50g de nueces picadas (opcional)
- 50g de queso rallado
- sal, pimienta, nuez moscada
Relleno 2:
- 300g de acelga o espinaca hervida, escurrida y picada
- 200g de ricota
- 50g de queso rallado
- 1 huevo
- sal, pimienta y nuez moscada
Relleno 3:
- 300g de queso mozarella
- 300g de jamón cocido
- 1 yema de huevo
- sal, pimienta y nuez moscada
Relleno 4:
- 500g de puré de calabaza bien seco (se cocinan las calabazas dentro del horno)
- 100g de mozarella rallada
- 1 huevo
- 50g de queso rallado
- sal, pimienta y nuez moscada
Procedimiento:
Colocar la harina sobre una tabla para amasar o mesa de madera (puede ser de
50cm de lado) en forma de corona, romper los huevos uno a uno en el centro,
agregar el aceite y mezclar suavemente incorporando de a poco la harina de los
costados uniendo los ingrediente y seguir rápidamente con las manos amasando
todo hasta lograr una consistencia no tan dura ni pegajosa. Enharinamos el
bollo, lo cubrimos con un paño o un film y lo dejamos descansar mínimo 20
minutos a media hora (para que desarrolle el gluten).
Paso siguiente estiraremos la masa con la “pastalinda” o bien con un palo de
amasar (uslero), tomando trozos de unos 200g de masa que trabajaremos un poco
con la palma de las manos y luego comenzaremos a estirarla girándola noventa
grados cada tanto y enharinando suavemente o esparciendo semolín en reemplazo de
la harina, hasta dejarla de uno 4 a 6 mm de espesor. La dejaremos orear sobre un
paño de cocina.
Para los rellenos:
1) Buscaremos siempre una ricota bien sequita (en todo caso si es muy húmeda la
pondremos dentro de un paño de cocina y haremos un torniquete para extraerle el
exceso de agua), la mezclaremos con el resto de los ingredientes y haremos
pelotitas del tamaño de una nuez o un poco más grandes.
2) Se hierven y escurren bien las espinacas u acelga (se puede usar también
lechuga si tenemos en cantidad –resultan mucho más suaves-), la picamos muy
finamente y la mezclamos con el resto de los ingredientes. Procedemos a hacer
pelotitas como en el primer relleno.
3) Rallamos el queso mozarella y lo mezclamos con el jamón cocido picado
groseramente conjuntamente con la yema, sal, pimienta y nuez moscada. Hacemos
también pelotitas como en los casos anteriores.
4) Cortamos la calabaza al medio, extraemos sus semillas y la colocamos en una
fuente de horno envuelta en papel aluminio hasta que esté bien cocida, la
extraemos y con una cuchara retiramos de su piel el contenido cocido al que
pisaremos hasta formar un puré, si no queda bien seco se puede llevar en una
cacerola al fuero y revolver hasta que seque (no tanto, lo que no debe es soltar
líquidos). Lo mezclamos con el resto de los ingredientes y hacemos pelotitas.
Armado de los sorrentinos
Colocamos sobre la mesa de trabajo una plancha de masa cuadrada o rectangular,
pintamos con un poco de huevo batido e iremos colocando sobre ella las pelotitas
de relleno, dejando un espacio entre ellas de unos 5 a 6 cm, cubriremos con otra
plancha de masa de igual tamaño e iremos presionando con las manos alrededor de
cada pelotita de manera tal que queden bien encerradas entre las dos masas y que
no quede nada de aire dentro. Luego cortaremos con un cortapastas redondo,
dejando la pelotita encerrada en el medio. También lo podemos hacer con un
elemento de cocina especial para estas pastas que ya tiene la forma de los
sorrentinos y sobre el cual solo estiramos la masa, presionamos para colocar el
relleno, pintamos con huevo y cubrimos con otra masa, pasamos el palo de amasar
o uslero por encima para que se cierren bien y se corte la masa por los bordes
del redondel de costado y listo, ya tenemos nuestro “sorrentinos” que iremos
colocando sobre una placa enharinada hasta terminar con todos.
Se cocinan hirviendo en agua con sal y la salsa es a gusto, pudiendo ser una
“pomodoro y basílico” (cebolla sofrita, tomate y albahaca), una bolognesa (salsa
de tomates con carne picada), una bechamel (salsa blanca), una cuatro quesos
(bechamel con el agregado de quesos), una salsa rosa (salsa de tomates y crema
de leche –nata-), o simplemente un poco de mantequilla o aceite de oliva y un
buen queso pecorino o parmesano rallado.
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