Aunque
pocos lo sepamos no solamente se pueden tomar complejos medicamentos para
mejorar y prevenir los males de la vista. A medida que pasa el tiempo, la salud
de los ojos se ve deteriorada y muchos desconocen que existen alternativas
naturales y menos invasivas que los tradicionales medicamentos adquiridos en
las farmacias.
Frecuentemente,
la pérdida de la visión tiene cuatro formas de presentarse: Degeneración
Macular relacionada con la Edad (AMD, por sus siglas en inglés), cataratas,
glaucoma y Retinopatía Diabética. Pero a no desesperar puesto que el Instituto
Nacional del Ojo (National Eye Institute) de los Estados Unidos reportó que la
mitad de los casos de ceguera pueden prevenirse.
Los
principales especialistas aseguran que la prevención es clave para evitar la
pérdida de visión. La ceguera y el daño visual provocados por algunas
enfermedades pueden ser reducidas con
una detección temprana y el tratamiento adecuado.
Los
ojos son uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo y necesitan de
extremo cuidado. Es evidente entonces por qué la pérdida de la visión es uno de
los mayores temores en lo que respecta a la salud, luego del cáncer, según una
encuesta.
El
grupo de los Baby boomers (personas nacidas entre 1946 y 1964) es el de mayor
riesgo de perder la vista, lo que representa un potencial enorme para
producción de medicamentos para los ojos. Y el estilo de vida actual, las
computadoras e iluminación fluorescente en el trabajo, los alimentos cargados
de azúcar y el gusto por el sol, de ninguna manera ayuda a los ojos.
Además
de los tratamiento tradicionales, como alternativa hay un serie de productos
naturales que pueden ayudar, muchas personas están abiertos a estas
alternativas. De hecho, el Instituto de Marketing Natural (Natural Marketing
Institute) de los Estaods Unidos reportó que el 46 por ciento de la población
usaría suplementos vitamínicos para tratar problemas de visión y un 44 por
ciento dijo que los usaría para prevenirlos.
Degeneración Macular relacionada con la
Edad (AMD, por sus siglas en inglés)
Los
ojos, como cualquier tejido del cuerpo, son vulnerables al ataque de radicales
libres que se pueden neutralizar con antioxidantes. Aunque muchos antioxidantes
poderosos pueden ser obtenidos de los alimentos, la prevención o la cura de los
padecimientos del ojo podría requerir de cantidades adicionales, a través de la
ingestión de suplementos con antioxidantes.
Una de
las investigaciones más reconocidas
sobre antioxidantes y la salud de ojo es el Estudio de Enfermedades
Oculares Relacionadas con la Edad (AREDS, por sus siglas en inglés). En el
estudio sobre AMD, donde participaron 3.600 pacientes, fueron seguidos durante
6,3 años, en los que tomaron una combinación de vitamina C (500 mg/d), vitamina
E (400 IU/D), vitamina A (precursora de la beta-caroteno (15 mg/d)), zinc (80
mg/d) y cobre (2 mg/d). Estos tuvieron mayores chances de detener la progresión
de AMD, en comparación con lo que tomaron un placebo.
Pese a
los resultados prometedores del estudio, no todos parecen seguir los buenos
consejos. En una investigación siguiente, los especialistas eligieron 108
enfermos de AMD del estudio de AREDS para verificar si aún tomaban los
suplementos. Del 79 por ciento que aún los tomaba, las dosis suministradas
estaban por debajo de los recomendado por AREDS.
La
vitamina A parece ser la gran promesa en el salud de la vista. El ácido
retinoico, derivado de esta vitamina, es esencial para el desarrollo de la
retina. Curiosamente, la vitamina A tiene una relación simbiótica con la
vitamina E. En exámenes realizados con ratas, ante una dieta deficitaria en
vitamina A, la vitamina E cumplió el papel de protector de los daños en córnea
y conductos conjuntivos causados por la deficiencia de la vitamina A.
Por sí
misma, la vitamina E no puede reducir el riesgo de AMD. En un estudio en que se
investigó la relación entre la vitamina E, las cataratas y la Maculopatía
relacionada con la Edad (VECAT, por sus siglas en inglés), 1.200 voluntarios,
de entre 55 a 80 años, tomaron 500 IU/D de vitamina E o un placebo durante
cuatro años. La incidencia de inicio temprano de AMD no era considerablemente
diferente: el 8.6 por ciento de los que tomaban vitamina E contra el 8.1 por
ciento del grupo de placebo.
Otra
investigación indica que la terapia antioxidante a corto plazo -en forma de
compuestos de 20 mg/d de vitamina E y 18 mg/d de nicotinamida (forma de la
vitamina B3)-, puede influir en la función de la mácula en la Maculopatía
temprana (ARM, por sus siglas en inglés), un estadio anterior de la
Degeneración Macular relacionada con la Edad (AMD).
En otro
estudio, los investigadores compararon los efectos de un suplemento de luteína
sobre la densidad del pigmento óptico macular en un grupo de pacientes con ARM
y otros normales. Cabe aclarar que los pacientes con ARM presentaban una baja densidad de pigmento
macular en comparación con los pacientes normales. Luego de 12 semanas de tomar
un suplemento de luteína, los pacientes normales tenían un densidad mayor que
los pacientes con ARM. Sin embrago, los ojos de éstos últimos respondían de la
misma manera, aún con el suplemento de luteína, sugiriendo que al menos en la
etapa temprana de ARM , la enfermedad no impide el depósito de luteína en la
retina.
Los antioxidantes,
combinados con luteína, pueden ser de ayuda en esta enfermedad degenerativa. De
hecho, un suplemento de luteína administrado en dosis de 10mg/d durante 12
meses, más una mezcla de vitaminas, ayuda a la recuperación del brillo, del
contraste y la agudeza visual, además de la recuperación de la densidad del
pigmento macular.
Según
investigadores de Harvard, los carotenoides retinales -tanto como la luteína
como la zeaxantina previenen la muerte de las células fotorreceptoras. De
acuerdo con estudios en codornices en las que los carotenoides retinales habían
sido extraídos de su dieta, “la primera evidencia [encontrada] fue que la
zeaxantina retinal protege a los fotorreceptores contra la muerte de células
causada por la luz, un factor en la AMD.
La
ciencia indica que los niveles de carotenoides maculares son más bajos en las
personas con degeneración macular. La luteína y la zeaxantina pueden tener una
relación inversa con la densidad óptica de la lente y la densidad óptica del
pigmento macular, y estos ingredientes pueden retardar el envejecimiento de la
lente.
El
riesgo de AMD puede ser resultado de niveles bajos de luteína y de zeaxantina
en la dieta, el suero o la retina, y la exposición excesiva a la luz azul.
El
carotenoide astaxantina también trabaja como antioxidante, previniendo el daño
al ojo. En una investigación con ratas que lo recibían, los animales
experimentaron una atenuación en la formación de opacidad, lo que indica que el
suplemento tenía acciones antioxidantes potentes en las lentes oculares.
Las
plantas medicinales que influyen en la salud ocular son el Ginko biloba y el
arándano. En un estudio en humanos, el extracto EGb761 del ginkgo ayudó a
pacientes afectados por AMD, con la visión deteriorada debido a la vejez. Se
les suministró a unos 240 mg/d y a otros 60 mg/d de EGb761, durante seis meses
y luego de cuatro semanas de tratamiento, todos los participantes estudiados
mejoraron su visión, con mejoras más pronunciadas para los que tomaron dosis
mayores.
Y el
arándano, una planta medicinal siempre asociada con la mejora de la visión
nocturna de los pilotos, podría también ayudar a reducir el riesgo de AMD.
Investigadores de la Universidad de Columbia divulgaron que el arándano, junto
con la vitamina E, mitiga la “camiseta” de oxígeno, responsable de los factores
que conducen al AMD. Según la empresa Indena de Milán, Italia, los pacientes
que sufrían de varias enfermedades del ojo tales como glaucoma y retinopatía
diabética fue beneficiada por los efectos de las antocianósidos de esta planta
sobre los fotorreceptores retinales.
En un
estudio donde se utilizó un extracto estandarizado de la fruta del arándano que
contiene un 36 por ciento de antocianósidos, se demostró que dicho extracto
ayudó a recuperar la función visual reducida causada por el esfuerzo ocular,
mejorando síntomas tales como visión con chispas, oscurecimiento de la vista y
la fatiga ocular en operadores de computadoras, oficinistas y estudiantes
comparados con los pacientes tratados con un placebo.
Los
antocianósidos tienen la capacidad de reticular las fibras del colágeno, de tal
modo que consolida la matriz del colágeno en el ojo y previene el goteo
capilar. Por esta razón, el arándano puede ser eficaz en la protección de los
ojos contra el AMD, el glaucoma y las cataratas, que son causados por la
interrupción del colágeno en las paredes capilares y en otros tejidos finos de
los ojos, y el goteo de los vasos sanguíneos en la región macular del ojo.
Otro
nutriente que ayuda a la salud del ojo es un derivado de los ácidos grasos no
saturados (EFAs, por su sigla en inglés) tanto de ciertas plantas medicinales
como de los peces.
La
función metabólica retinal asociada con el AMD mejora con una terapia
antioxidante que incluya vitamina E o EFAs. En pacientes que recibieron 200
mg/d de vitamina E y otros 1.000 mg/d de ácidos grasos poliinsaturados,
recuperaron la agudeza visual en tiempo más cortos en ambos grupos con sendos
tratamientos, después de 20 días de suplementación, comparados con quienes
fueron sometidos a la terapia fotodinámica solamente.
En otro
estudio que incluyó a 350 pacientes de entre 55 a 80 años, el ácido graso
Omega-3 fue asociado a un menor riesgo de AMD.
Y la prevalencia de ARM era mayor en las personas de 49 años y más que menos
Omega-3 consumían.
Claves para tener en cuenta
– Los Baby
boomers son los de mayor riesgo de pérdida de visión.
– Los
antioxidantes, presentes en vitaminas, minerales o en forma de caroteinoides,
muestran condiciones promisorias en cualquier condición de pérdida de visión.
–
Los
ácidos grasos Omega-3 podría ayudar a quienes sufren de sequedad ocular.