Red de contactos, la fórmula para la reinserción laboral

Por medio de nuestra red de conocidos, tendremos mayores oportunidades de reinsertarnos laboralmente, aunque para ellos deberemos utilizar este recurso de una forma efectiva. Aquí, las claves para hacerlo

Para aquellos profesionales o trabajadores de
mediana edad que se encuentren temporalmente desocupados, la fórmula más
efectiva para encontrar trabajo no será a través de los anuncios en los
periódicos, ni siquiera de aquellos avisos que solicitan empleados que se
ajustan a nuestro perfil.

De hecho, basta con ponerse a pensar en la cantidad
de gente que leerá dichos avisos, y por ende competirá con nosotros, así como
también en lo dificultoso que es hablar sobre nuestra amplia experiencia
laboral en sólo 15 o 20 minutos, como para darse cuenta del grado de
complejidad que tendrá buscar trabajo de esta forma.

En consecuencia, la manera más adecuada para
conseguir un puesto laboral, será apelando a nuestra red de conocidos, es decir
personas con las que entramos en contacto a lo largo de nuestra vida y que
conocen nuestras aptitudes y calidad humana, y que además ya se encuentran
insertas en una organización que podría estar necesitando personal.


Estas redes de diversas personas con las cuales estamos interconectados, afectan
en realidad en todo sentido a nuestra vida. Por ejemplo, para una persona
soltera, será mucho más fácil conseguir pareja si conoce a más gente que si
conoce menos.


Y por supuesto, el trabajo no será la excepción, pues aquí también será muy
beneficioso ser conocido directa o indirectamente por potenciales empleadores,
alguno de los cuales podría estar buscando personas acordes con nuestro perfil.

Pero existe una cuestión para tener en cuenta al
respecto. No son justamente los contactos más cercanos el tipo de personas al
que más se deberá apelar.

Esto es así por dos cuestiones: en primer lugar,
ellos ya conocen nuestra necesidad, por lo que sería redundante hacérselas saber
(por lo menos en más de una oportunidad), y en segundo, los mismos suelen ser
mucho mas limitados que las relaciones más “débiles”, es decir los
que vemos de forma circunstancial, en muy determinadas ocasiones.

De hecho, los especialistas afirman que un
profesional adulto, suele tener una red de 3.000 contactos personales
“débiles”, personas con las que interactuó en algún momento, más allá de que
los vea de forma discontinua; y si este número le parece grande, imagínese que
cada una de estas personas tiene a su vez otros 3.000 contactos, que también podrían
ponerse en juego en su caso (la clásica frase: “he oído acerca de alguien que
está buscando…”).

Un manejo efectivo

A estos “contactos débiles” también se los denomina
“capital social”, lo cual, a raíz de su envergadura cuantitativa es, por sí
mismo, una justificación suficientemente sólida como para comenzar la búsqueda
de empleo por medio de los mismos.

Pero por supuesto que para poder utilizar este
capital social de manera eficaz, es necesario mantener el mismo bien cuidado y
nutrido, lo que en otras palabras significa no apelar a ellos sólo en momentos
de desesperación, sino también de una manera constante, aportándoles recursos y
asistencia, como una manera de siembra profesional a la que se podrá recurrir
en momentos de necesidad.

Para ello, se aconseja especialmente invertir tanto
tiempo como recursos y emociones en ella, lo cual significa tratar de no perder
el contacto con la gente que se conoce, o bien incrementar la red, para lo cual
todo tipo de actividad social, desde un seminario hasta la práctica de un
deporte, pueden ser muy útiles, siempre y cuando se ponga un especial énfasis
en construir esas relaciones.

También mejor para las empresas

Pero los beneficios de una búsqueda laboral por
medio de una red de contactos, no se agotan en lo descrito anteriormente. En
efecto, las empresas también suelen buscar personal más por medios de estas
redes que por anuncios masivos, con lo que se puede afirmar que, en muchas
compañías, existe una mayor oferta laboral por medio del personal que por medio
de los anuncios masivos.

Las razones para esto son muchas. En primer lugar,
se trata de una búsqueda mucho más económica pues no es necesario destinar
tiempo y recursos para poner los avisos en los diarios, revisar los
currículums u hojas de vida, y realizar las entrevistas (ni contratar a un tercero
para realizar la búsqueda).


Pero además, gracias a esta modalidad, las compañías podrán tener una mejor idea
del candidato, pues la información que reciban de parte de un conocido será de
mayor confiabilidad que la que reciban por parte del mismo candidato en la
entrevista.

En este sentido, también tendrán un mayor aval
tanto de la honestidad del potencial empleado como de su compromiso con la
tarea. Sucede que si un empleado de la empresa se “arriesga” a efectuar una
sugerencia de incorporación, es porque tiene mucha confianza tanto en los
valores como en la capacidad de quien recomienda, pues al hacerlo también pone
en juego su propia reputación.

Pero además, los trabajadores que llegan
de parte
de un conocido en la empresa, tendrán un plus de responsabilidad, que tiene
que ver con no “fallarle” a quien lo recomendó, y es por ello que podrían llegar
a esforzarse más.

De hecho, los estudios realizados en conducta laboral,
señalan que quienes entran a una compañía por medio de un conocido, suelen
permanecer más tiempo en la organización.

Por cierto, todo esto no se aplica
a la búsqueda
de trabajadores altamente especializados. En ese caso, no sólo resulta más
costoso encontrar, dentro de la empresa, a gente que los conozca, sino que
también se necesita hacer una evaluación muy estricta del personal, por lo que
será muy importante contrastar candidatos.

Pero a partir de los mandos medios, es mucho más
factible que la empresa se incline por los contactos que pueda proveerle su
propio personal, el que además conocerá en profundidad la cultura de la
empresa, con lo cual sabrá bien cuales de sus conocidos podrían adaptarse
efectivamente, y cuales tienen una personalidad que no se condide con los
requerimientos específicos.

En consecuencia, si lo que esta buscando no es un
trabajo muy específico, será hora de, además de leer los diarios (esta opción
nunca se debe descartar del todo) comenzar a re-contactarse con sus conocidos.

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