Cuando
hablamos de
Adopción nos encontramos, en la mayoría de los casos, con parejas que
han pasado por casi todos los consultorios médicos en busca del hijo
biológico; pasaron por todos los estudios sobre infertilidad (que mayormente
recae sobre las mujeres) y traen a la consulta un sentimiento de inutilidad e
incapacidad gestante; conocen todos los métodos de fertilización asistida {FIV}
y han renunciado, al menos temporalmente, al deseo de hijo biológico.
Y
digo renunciar al hijo biológico porque el deseo de ser padre/madre trasciende
el acto de engendrar. No se puede renunciar al deseo de hijo ya que éste es un
deseo más totalizador que trasciende el hecho de engendrar una persona.
La
pareja que decide adoptar deberá aceptar esta imposibilidad biológica y
aliarse con este deseo de ser padre/madre ya que constituye una función que se
va desarrollando a lo largo de toda la vida. NOS HACEMOS PADRES JUNTO A NUESTROS
HIJOS.
Este
es un camino que se comienza a recorrer cuando aparece el deseo de ser
padre/madre, luego el deseo de hijo, su inclusión dentro del seno de la pareja
y finalmente la consolidación dentro de la familia.
El
oficio de ser padres implica interrogantes propios de ser los responsables
primarios de la formación de un ser que depende absolutamente de esta mirada.
Ser
padres adoptantes incluye un PLUS ya que conlleva la aceptación de duelos: en
los padres, de su imposibilidad de concebir; en el hijo de aceptar no haber sido
concebido por sus padres y no criado por sus progenitores; y en los
progenitores, el no poder criar a sus hijos.
Estos
tres protagonistas de la novela familiar estarán siempre presentes en el mundo
interno de los participantes; cuanto más se tenga presente la presencia de
estos personajes, más fluidamente transcurrirá el desarrollo del hijo y de la
familia en su totalidad.
Cuando
el hijo crece aparecerán nuevas preguntas: porqué no salí de tu panza? porqué
mis ojos son de otro color? porqué mi otra mamá no me crió?
Si bien hemos avanzado en estos temas al considerar los Derechos del Niño en la
nueva Ley de Adopción y con ella su derecho a la identidad, las preguntas
trascienden el marco jurídico y se inscriben más dentro de una dinámica familiar
que será más ó menos flexible para tolerar estos interrogantes y también aceptar
que no siempre habrá respuestas…
Y es en esta incertidumbre donde se va gestando la singularidad de cada sujeto y
de cada familia; donde cada pareja dará lugar para anidar y cobijar a ese
hijo…y pasaran a inscribir su propia novela familiar.
Hasta aquí los
lineamientos básicos con que todo profesional aborda el tema de la adopción.
Personalmente
considero que toda esta teoría esta basada en la necesidad y el deseo de dos
personas de dar amor, de trascender en un OTRO { hijo }, donde puedan
reconocerse más allá del color de la piel o de la mirada, reconocer también
las diferencias, aceptarlas sin asustarse y emprender el camino del crecimiento
personal y familiar.
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