Jubilaciones privadas: mejores opciones

¿En qué se diferencian los “Baby Boomers”, esta nueva generación de trabajadores – próximos a jubilarse -, de la de sus predecesores?

El término Baby Boomers define a una nueva camada de trabajadores
caracterizada por sus altos ingresos, mayor expectativa de vida y actitud
optimista. Aún cuando ellos se jubilen, su aspiración es mantener su estilo de
vida, las posibilidades de seguir realizando viajes y  de sostener una activa vida social.

Tal vez, en su mayoría, no están en edad de jubilarse ahora y según
estudios realizados recientemente, menos de un tercio de ellos dedica algún
tiempo a pensar en cómo se jubilará.

Esta falta de planes para una etapa de la vida aún  abundante en expectativas, es llamativa pero
tiene su explicación,.es probable que desconozcan el verdadero costo de la
jubilación , el impacto de la inflación sobre los ahorros y el costo del Seguro
Social. 

Consideraremos diferentes planes o modos de pensar la jubilación. La
ausencia de una estrategia adecuada para jubilarse puede resultar en una vida
llena de sobresaltos y sorpresas para quien se jubila.

No obstante esta realidad, las encuestas que se realizan en forma
regular, muestran que en el último año, los integrantes de ambos bandos, –
trabajadores en actividad y retirados -, dedica su tiempo a pensar en
vacaciones y esparcimiento, en lugar de diseñar estrategias a fin de evitar que
su vida postjubilatoria se convierta en una carrera de obstáculos.

La gente en general,  piensa
que sus gastos disminuirán durante su jubilación, idea que  seguramente excluye que a esa edad el gasto
médico aumenta, así como también el dinero que se invierte en un mayor tiempo
libre.

Los Boomers, en particular, trabajan para forjarse una jubilación
activa y gratificante, en una palabra, para sostener el mismo estándar de
gastos que llevaban estando en actividad. 

Veamos algunos puntos
importantes

La edad en la que una persona se jubila influye enormemente y
determina cuánto dinero recibirá, esto es, cuanto más joven se retire, menos
percibirá porque la inflación tendrá mayor impacto sobre sus ingresos.

Según lo que arrojan las estadísticas, una mujer que se jubile a la
edad de 60 años, vivirá hasta los 81, y planear en esta época una vida
postjubilatoria de 35 años, es todo un desafío y hasta puede resultar un
fárrago, pero desconocer el impacto que tendrán la inflación o una vida más
prolongada mas allá de lo que las estadísticas dicen, puede ser bastante peor.

En el caso de nuestra jubilada, si la inflación se mantiene en el
histórico 3 % anual, se puede esperar que sus gastos diarios se dupliquen
durante sus años de retiro, y como desde luego, la expectativa de vida que
arrojan las estadísticas pocas veces encuentra un correlato en la realidad,
sería adecuado añadir un 20% más de años por vivir a los resultados de las
investigaciones. 

De los recientes movimientos de los mercados, han surgido una
variedad de ofertas y posibilidades de inversión para jubilados y para quienes
están en camino de serlo.

Los empleadores que abonan a sus empleados pensiones mensuales son
cada vez menos, como contrapunto son cada vez más aquellos que alientan a sus
empleados a decidirse por el ahorro para la jubilación.

Pero la decisión crítica para una persona que tiene ante sí la
perspectiva del retiro, es dónde y en qué forma invertir su dinero de modo que
le asegure una pensión con la que pueda vivir cómodamente y sin sobresaltos.

¿Cómo saberlo en un mundo que cambia tan rápidamente? ¿Cómo elegir
entre ésta o aquélla opción?

La respuesta parece estar en la expectativa de vida, los índices de
inflación, los ingresos o capacidad de ahorro y un mínimo de tolerancia a
correr riesgos.

Invertir en crecimiento a largo plazo, como ha ocurrido, puede
resultar una dolorosa experiencia. Los stocks 
suelen atravesar períodos de retraimiento y nuestros ingresos mermarán o
serán negativos.

Por otro lado, la inflación y los impuestos también recortarán lo
que percibamos, provenga de una inversión en bonos o de cualquier otra clase.

Y, porque las inversiones, no son definitivamente seguras, elegir
qué clase de riesgo preferimos correr parece ser la única salida, y no es una
decisión simple.

Con este panorama y habiendo descartado la idea de guardar nuestros
ahorros en el colchón, el asunto se espesa lo suficiente y se entiende entonces
porqué los encuestados prefieren pensar en sus vacaciones antes que en su
jubilación.
 

Planeando nuestra vida futura 

Si tomamos como ejemplo a una pareja de 55 años que resuelve
jubilarse en diez años más,, seguramente se sorprenderán ,(y muchos en edad de
jubilarse desconocen este hecho), al enterarse de que el Seguro Social no los
cubrirá plenamente, aún cuando represente el 42% de los ingresos de una persona
jubilada. El esposo de la pareja recibirá U$S 8.000- anuales, mientras que su
esposa U$S 4.000.- anuales.

El gasto anual que la pareja piensa que mantendrá su standard de gastos es de
U$S 36.000.- (impuestos descontados y ajustando la cifra a la inflación).

El objetivo es el de mantener esa cantidad a la edad de 66.

Obviamente, y como les sucede a la mayoría de las personas en
situación de retiro, tomarán decisiones que pueden no resultar seguras. La edad
hasta la que vivirán, los ingresos que obtendrán de las inversiones que
realicen , la tasa de inflación y la viabilidad del Seguro Social, son todos
factores impredecibles.

La incertidumbre que naturalmente provoca la situación, puede que
nos incline por una estrategia de ahorro moderada. La pareja del ejemplo puede
pensar que alguno de ambos vivirá hasta una edad avanzada, pueden también
decidir vivir en su casa tanto tiempo como les sea posible, cosa que excluye
los beneficios obtenidos de la venta de la casa, pueden considerar asociarse a
un sistema de asistencia médica, previendo la situación de que uno o ambos
miembros de la pareja tengan necesidad de esos servicios por un período
prolongado de tiempo.

También es posible, desde esta perspectiva, calcular los beneficios
de las inversiones en un 6% por encima de la tasa de inflación durante los 27 años que tienen por delante.

En este sentido, un portafolio jubilatorio
constituido por un
30%  invertido en stocks y un 70 %en
bonos, generará una ganancia de aproximadamente 5.5 %., por lo que la pareja
deberá acumular una cifra cercana a los U$S 560.000.- a fin de lograr su meta. 

Si esta misma pareja decidiera una estrategia más agresiva, por
ejemplo un portafolio constituido por un 80 % de inversión en stocks y un 20%
en bonos, generando un beneficio del 7.5 %, lo que significará una cantidad de
U$S 450.000.- a la edad de 66.

Deberían ser cautos si resolvieran retirar sus inversiones en épocas
de baja en el mercado, especialmente durante los primeros años de la
jubilación, a fin de evitar el agotamiento de sus ahorros debido a la
volatilidad propia del corto plazo.

Si no pudieran ahorrar esa cantidad de dinero, pueden optar por
ajustar su presupuesto mensual, retrasar la edad a la que se jubilarán o
sostener trabajos de medio tiempo durante los primeros años de la jubilación, o
también decidir por un mayor gasto durante estos primeros años, que vaya
disminuyendo a medida que la edad de ambos avanza y retirar dinero sólo cuando
sus inversiones experimenten un crecimiento y no hacerlo cuando  éste disminuye. 

Como sucede en cualquier otro orden de la vida, la correcta toma de
decisiones nos llevará a cumplir con nuestras metas, y de este modo lograremos
que los años de nuestra jubilación sean un período de nuestra vida,
gratificante, placentero y saludable.

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