¿Qué hacer cuando todas nuestras amigas tienen novio o ya se han casado?. ¿Cuándo hay que analizar seriamente la situación para saber si estamos haciendo algo mal para estar solas o esquivas con cada hombre que se aparece?
“La alarma se dispara cuando no nos estamos sintiendo cómodas con nosotras mismas y comenzamos desesperadamente a buscar algo que por más que nos esforcemos no somos capaces de encontrar”, sostiene la psicóloga española Lidia Otero Ponce.
Cómo abrirse a la posibilidad del amor
“Muchas mujeres se autoboicotean sin saberlo. Ya sea por temor o por malas experiencias del pasado les cuesta abrirse y en el momento en la que comienzan a sentirse bien con un hombre, deciden que ese sentimiento se acabe antes de que pueda convertirse en una buena oportunidad sentimental.
Reconocer y aceptar los sentimientos no es un signo de debilidad. Este tipo de mujeres se autoconvencen de que prefieren estar solas, pero hay que relajarse un poco y permitirse la felicidad.”, relata la especialista.
La ansiedad es otro factor que influye negativamente en la posibilidad de encontrar el amor. “Las ansias hacen que se asuman conductas impropias, que no se sea tal cual se es y eso ocasiona mucha frustración. Es importante adoptar un comportamiento lo más sincero posible, ser una misma con las virtudes y con los defectos que se tengan”, argumenta Otero Ponce.
Dejar la obsesión de lado. “Nada aleja más a los hombres las mujeres que dan a entender que están con muchas ansias de establecer una relación, casarse o formar una familia. Hay que mantener la tranquilidad y trabajar sobre uno primero para luego ser una persona idónea para el otro”, explica la psicóloga.
Potenciar las cualidades es importante para reforzar la autoestima. “Cuando se está bien por dentro eso se transmite. El poder del estado de ánimo es muy valioso y eso se refleja.
En las citas hay que hablar de todo lo que sea positivo y dejar de lado las vulnerabilidades. Con el tiempo, si la relación madura, se podrá ir descubriendo todo aquello que no termina de convencer, pero que se puede mejorar”, aconseja la profesional.
La exigencia es un arma de doble filo. “Con el paso del tiempo nos ponemos más exigentes, pero en muchos casos, nuestras preferencias son demasiado exageradas y alejadas de la realidad.
Por una cuestión de seguridad, muchas veces es más fácil esperar demasiado para no encontrarlo fácilmente. Es un juego de nunca acabar, pero que en algún momento hay que dejar de lado para ser más realista y comenzar a disfrutar un poco más de la vida”, expresa la especialista.
Animarse a profundizar en una relación es un paso que inevitablemente hay que dar si lo que se desea es dejar de ser reacia en el amor. “Si esta actitud de distancia se debe a cuestiones del pasado, hay que hacer un esfuerzo y dejarlo atrás para poder tener un presente libre de prejuicios”, finaliza diciendo la experta.
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