Leguminosas:
Nos aporta energía, son ricos en proteína.
Verduras:
son ricas en fibra, minerales, antioxidantes, aportan muy pocas calorías y se
pueden comer en todos los tiempos de comida y a libre demanda.
Frutas:
ricas en vitaminas, fibra y antioxidantes, hay que cuidar las cantidades que se
consumen, las combinaciones que se hacen y cuidar las que tengan índice glucemico alto.
Alimentos
de origen animal:
hay que consumir carnes y quesos con bajo contenido de grasa saturada (pollo sin
piel, pescado, queso panela, cottage.) La yema de huevo debe de consumirse, como
máximo, 2 a la semana. Las claras de huevo pueden consumirse libre.
Lácteos:
con bajo contenido en grasa (leche descremada, 2%, yogurt 0% grasa)
Aceites y
grasas: ricos en omega 3
(aceite de oliva, canola, maíz, soya, semillitas, nuez, cacahuate) consumir con
moderación. Evitar la comida frita.
Sodio:
El consumo elevado de este mineral contribuye a padecer enfermedades renales y
cardiovasculares
Ejemplo:
Sal, consomé industrializado, salsa de soya, cereales comerciales, productos
enlatados o conservados con sal, etc.
Alcohol:
El consumo de esta bebida eleva los niveles de grasa (colesterol y
triglicéridos) en la sangre.
Endulzante dietético
Hay que preferir Splenda ya que el cuerpo no lo absorbe y no produce efectos
secundarios a diferencia de los otros.
Aspartame: no se recomienda por que tiene efectos secundarios (dolor de cabeza,
etc.)
Líquidos.
l
Consumir 2 litros de agua.
l
Consumir electrolitos 1 vez por semana, esto es para recuperar los electrolitos
que se pierden cuando se orina mucho.