Contra lo que se supone, causa mal aliento en las personas que tienen una mala
alimentación (grasas, alcohol), por lo que ayuda a liberar toxinas que una vez
eliminadas, ya se despide mal olor.
El ajo crudo tiene propiedades antisépticas, fungicidas,
bactericidas.
Está formado por un bulbo (o cabeza) con varios dientes rodeados por una
envoltura de finas capas.
Se recomienda comerlo crudo: cocido pierde más del 90% de su efectividad.
Se emplea para combatir parásitos intestinales.
Colabora en disminuir el nivel de acido úrico, es estimulante, diurético,
descongestionante y expectorante.
El ajo ayuda a eliminar residuos que van quedando en el organismo, ayuda bajar
el colesterol malo o LDL. Su consumo frecuente previene la hipertención arterial
y la mala circulación. En casos de reuma, da excelentes resultados, crudo,
rallado, aplastado o picado, en una taza con un caldo de verduras, tomándolo
media hora antes de las comidas.
La albahaca
Estimulante suprarrenal, antiséptico, desinfectante
Antiespasmódico…todo eso y mucho más es la albahaca.
La infusión de sus hojas y flores logra múltiples beneficios.
Dolor de garganta: hacer gárgaras de una infusión de hojas y flores 15 gramos
por litro de agua.
Tos: 20 a 30 gramos por litro de agua. Tomar tres tazas diarias.
Para aliviar la jaqueca: sumergir por cinco minutos en una taza de agua tibia 4
hojas de albahaca, 4 hojas de menta y 4 hojas de anís. Beber tibio.
Para la Indigestión: en infusión con 35 gramos de la planta por litro de agua.
Nauseas y vómitos: preparar una infusión de hojas secas, 30 gramos por litro de
agua. Tomar una o dos tazas después de vaciar el estómago.
Cómo hacer una buena tisana de albahaca: tomar 20/30 hojas secas (o flores) por
cada litro de agua. Reposar 10 minutos antes de filtrar. Esta tisana a la cual
se puede echar miel debe ser tomada luego de haber comido. La infusión es
indicada en el caso de tos colérica e insomnio, además de purificar el aliento y
calmar inflamaciones de la boca y la garganta.