Es precisamente dentro de ese marco de
“cuasi-perfección” evolutiva donde se aprecian las mayores semejanzas con las
plantas más evolucionadas.
Todo tiene la apariencia de haber
seguido caminos con un paralelismo escalofriante, como si ciertas moléculas se
hubieran reflejado en un espejo del mismo laboratorio, ya que
determinados componentes activos de algunas especies herbáceas guardan una
semejanza “más que casual” con la estructura química íntima de un grupo en
particular de hormonas femeninas (las hormonas sexuales: estrógenos y
Progesterona).
Dado que este tema abarca una
infinidad de especies - muchas de las cuales actualmente están siendo estudiadas
en detalle por laboratorios de investigación de avanzada-, en esta entrega me
voy a referir únicamente a una de las plantas más utilizadas en el Extremo
Oriente: la Angelica sinensis (Dong Quai o Tang Kuei).
Esta especie es considerada en China,
como sólo superable en fama e infalibilidad por el Ginseng.
Su uso se remonta a 4 mil años de antigüedad, que fue cuando se la consideró
como “planta capaz de evitar los contagios”.
Con el transcurso de los siglos, el
uso regular de dicha especie, estrechó el espectro de sus
indicaciones y corroboró su casi “especificidad” para las molestias que suelen
entorpecer la vida adulta de la mujer (reglas dolorosas, síndrome premenstrual,
menstruaciones irregulares, trastornos pre-menopáusicos y para los
rebeldes síntomas que acompañan casi indefectiblemente a la menopausia o
climaterio).
Actualmente, su utilización es muy
apreciada para: la enfermedad fibro-quística de mamas,
el síndrome doloroso premenstrual (como antiespasmódico uterino),
y los padecimientos más frecuentes del período menopáusico, tales como:
bochornos de calor (hot flashes), crisis de sudoración,
nerviosismo y depresión, prurito vulvar y vaginal, cefaleas congestivas,
edemas linfáticos de los miembros inferiores, insomnio rebelde,
irritabilidad de la vejiga con micción frecuente (en especial de noche),
estreñimiento, picos hipertensivos sin causa aparente, etc.
Es un verdadero tónico femenino,
ya que entre los 70 componentes identificados en este vegetal, destacan:
magnesio, calcio, hierro,
manganeso, potasio, vitaminas B1, B6 y B12; además de polifenoles,
Triterpenos, aceites esenciales y fitosteroles, que la
convierten en una hierba adaptógena ( anti-stress),
balanceadora hormonal y revitalizadora femenina por excelencia.
Para lograr un máximo éxito en su
utilización, lo ideal es consumirla regularmente bajo la forma de extracto
alcohólico modificado, que es la formulación tradicional más antigua
(escuelas farmacéuticas de la Farmacopea Shen Nung Pen), ya que los tés, tisanas
y sopas hechas con esta planta, pierden la mayoría de los compuestos
farmacológicamente más activos y eficaces, y además, con el extracto se evita el
efecto secundario más molesto que conlleva su consumo, que es la
fotosensibilidad (reacciones de irritación en la piel por efecto de la
exposición prolongada a la luz solar).
¡¡ Las mujeres embarazadas o que están
amamantando NO deben consumir esta planta !!
Secretos chinos:
Quiénes quieran obtener mejores
resultados con su utilización, deberían consumir simultáneamente pequeñas
cantidades de Jengibre y no deberían ingerir frutas durante el mismo período.
Por Dr.
Luis Steinberg
Mariana Mónaco es autora de "Aliviar la menopausia" te cuenta todos los
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