Estacionar en doble fila
Nadie cree que tu auto es lo suficientemente especial como para merecer un
espacio extra de la calle.
Es posible que, cuando la gente ve un auto
estacionado en doble fila, crea que su dueño es uno de esos extraños sujetos que
gastan todo su sueldo en píldoras para la mejora de la función sexual.
Si bien
es una cosa difícil llegar a explorar los insondables abismos de la psiquis
femenina, podemos afirmar casi con certeza que ellas encuentran poco atractivas
esta clase de actitudes.
Muestra al mundo que eres un hombre seguro y confiado, que no necesita que su
auto lo defina, y estaciona tu auto dentro del espacio convencional asignado a
dicho fin.
Si sientes que vehículo necesita algo más de espacio, busca un sitio
en un área menos poblada y estaciona allí.
Tal vez debas caminar un poco más
hasta llegar a tu auto, pero seguro que nadie va a mirarte mal por haber
aparcado en una zona no permitida (y al mismo tiempo caminar un poco todos los
días no te vendrá nada mal para la
salud).
Dejar encendidas las luces altas
Si estás manejando solo a lo largo de una ruta solitaria y oscura, una buena
medida para incrementar tu seguridad será encender las luces altas.
No obstante,
si ves que se aproxima otro auto en dirección contraria, o si está manejando en
las luces bien iluminadas de la ciudad, por el amor de Dios, apaga las luces
altas.
Mantenerlas encendidas, y apuntando a los ojos de otros conductores, no
sólo es una conducta irritante; es peligroso.
Cegar a los coches que vienen de frente es una buena forma de hacer que los
conductores pierdan temporalmente el control de sus vehículos y de incrementar
las posibilidades de que colisionen contigo en forma frontal.
Andar con las
luces altas encendidas detrás de otro vehículo tiene un efecto similar, sólo que
en este caso el auto de adelante chocará y tú terminarás embistiéndolo desde
atrás.
En cualquier caso, es una situación de pérdida para todos los
involucrados, y sobre todo para ti. Mientras te encuentres en la carretera, deja
que brille tu caballerosidad y no tus luces altas, y recurre a éstas únicamente
cuando sea necesario.
No permitir que otros autos te sobrepasen
Son muchos los conductores que monopolizan un carril de la autopista y se
rehúsan a hacer la más ligera alteración del curso o velocidad para permitir que
otros vehículos los puedan sobrepasar.
Primero lo primero: las autopistas no son
circuitos de carreras; los conductores comunes no ganan su posición sobre rutas
de acceso limitado, de modo que no tienen nada que defender.
Rehusarte a correrte para permitir que un auto te sobrepase o ingrese a la
autopista no solo es una actitud estúpida, sino que también es un acto
potencialmente peligroso, que puede ocasionar un accidente de magnitud.
Si
alguien intenta ingresar a la autopista o sobrepasarte porque vas a lenta
velocidad, permíteselo. ¿No quieres quedar rezagado por los autos que te
sobrepasan? Muy sencillo, o subes la velocidad o te cambias de carril.
Tocar el claxon en los semáforos
Algunas personas (generalmente no aquellos que están en primera línea frente al
semáforo) sienten la inexplicable necesidad de reprimir a quienes están
detenidos por delante aguardando que el semáforo cambie a verde.
Ni bien la luz
pasa a amarillo, estas personas se cuelgan del claxon, y por algún motivo se
sienten impelidos a correr hacia el próximo semáforo, hasta volver a detenerse,
y volver a utilizar el claxon, y entonces la luz cambiará a amarillo y…
No te preocupes si por tu espejito retrovisor ves a uno de estos bravucones
apurándote. Deja que te sobrepase y que continúa su inexplicable carrera contra
el tiempo.
Preocúpate, en cambio, si eres el que está tocando el claxon para que
se mueva el de adelante.
Compartir tu música
Pueden tener confianza de que si fueras a compartir tu impecable gusto por la
música, y eres la clase de persona que siente que es su deber como
ciudadano responsable equipar su auto con los parlantes más poderosos
disponibles, de modo que todos puedan escuchar algunas notas de la música que
amas.
Más allá de eso, nada impresiona tanto a las mujeres como un coche con las
ventanillas completamente abiertas que hace temblar los detectores de sismos por
le poder de sus bajos.
Lo cierto es que nadie quiere escuchar tu canción fetiche repitiéndose una y
otra vez en la lectora de CD.
Las mujeres definitivamente no van a calentarse
por el poderío de tus bajos, ni por tu gusto musical sofisticado. De hecho, a
los ojos de una señorita, podrías verte como alguien desesperado por un poco de
atención.
Tal vez, con un poco de suerte, encuentres alguna señorita lo
suficientemente borracha (y desesperada) como para dar una vuelta en tu auto por
más de un minuto.
Nadie va a echarte la culpa por querer escuchar tu música favorita en forma
clara y fuerte. No obstante, emplea el tiempo y esfuerzo que usas para obtener
un equipo que suene bien en hacer que suene dentro de tu auto.
No limpiar el auto en invierno
Pocas cosas son tan hermosas como un bonito paisaje decorado con unos cuantos
centímetros de nieve. Es la forma que tiene la naturaleza de hacer que el mundo
luzca seguro, suave, acolchonado.
Algunos conductores gustan de llevarse este
paisaje celestial dondequiera que vayan. O, tal vez, estos conductores son
simplemente haraganes, ya que parecen creer que es una buena idea manejar con
sus autos cubiertos de una gruesa y blanca capa de nieve.
Dejemos de lado el peso extra que pone sobre el auto y las complicaciones a
nivel de la resistencia al viento; la nieve en algunos casos va a desprenderse,
y al desprenderse irá a parar a alguna parte, y es justamente aquí donde está el
problema.
La nieve que se desprende de los autos suele volver a las caras de los
peatones que viajan hacia las oficinas, o en los rostros de los
niños que van al
colegio.
Deja de extender el invierno a todo el mundo. Tómate un instante, o
dos, para sacar la nieve congelada de tu auto.
No usar las señales de giro
Las luces intermitentes de tu auto están para algo más que ofrecer un show de
luces barato a tus amigos fiesteros (de hecho, también sirven para dejar saber a
otros conductores y peatones que te te dispones a doblar o a cambiar de carril).
Y no sólo eso, asimismo permite que otros autos sepan qué dirección vas a tomar,
ayudándoles a evitar una posible colisión contigo. Suena como magia, es cierto,
pero estas luces realmente funcionan.
Hablando en serio, piensa en todos los accidentes y “casi accidentes” que ves a
diario en la autopista cuando vas de casa al trabajo y del trabajo a casa;
¿cuántas de estas faltas y/o fatalidades podrían evitarse con el uso de las
luces intermitentes?
Es cierto, casi todas. Si no lo haces, comienza a usar
ahora mismo las luces intermitentes de tu auto, y verás que pronto se reducirá
el número de peatones y automovilistas que te maldicen o tocan el claxon.
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