El proceso natural de
envejecimiento
puede afectar la vista, el oído, el tiempo
de reacción y la aptitud mental. Y eso significa que también puede afectar su
capacidad de conducción e incluso aumentar el riesgo de sufrir un accidente de
tránsito.
Dado que estos cambios pueden ocurrir lentamente, usted debería
evaluarlos tempranamente y con frecuencia, antes de ponerse en riesgo a usted
mismo y a otros.
Esto no significa que tenga que renunciar a llevar una vida activa. Afrontar
estos cambios y respetar algunas pautas simples pueden hacer de usted un
conductor prudente.
Visión
Los cambios en la visión y los problemas comunes de la vista afectan la
capacidad de conducción, en especial de los 60 años en adelante.
La vista del
conductor es fundamental para prevenir accidentes de tránsito, ya que casi toda
la información sensorial que se necesita para conducir proviene de señales
visuales.
Si su vista empeora, también lo se verá perjudicada su capacidad para
manejar.
Es por eso que, en la mayoría de los países, se requiere que los conductores se
sometan a exámenes de vista para renovar la licencia de conducir.
Dependiendo de
su lugar de residencia, puede que le realicen pruebas en persona, en la oficina
donde debe renovar la licencia, o que tenga que presentar los resultados de un
examen de vista realizado por un oculista.
Audición
Entender por qué la pérdida y el deterioro de la audición pueden afectar el
manejo puede mantenerlo más seguro al volante.
Según el Instituto Nacional de
Salud
de los Estados Unidos, la pérdida de la audición es uno de los padecimientos más comunes que
afectan a los adultos mayores. Aproximadamente un tercio de los mayores de 65
años lo padecen.
El envejecimiento es la causa más común de la pérdida de la audición, y por lo
general se hace más notable después de los 50 años. Además, es más común en
hombres que en mujeres.
Los síntomas de la
pérdida de audición relacionada con la edad pueden incluir:
* Dificultad para oír cosas en lugares ruidosos.
* Dificultad para distinguir los sonidos agudos.
* Mayor dificultad para oír voces de hombres que de mujeres.
Tiempo de reacción
Con los años, la capacidad de reacción de una persona decrece. Se pueden hacer
ajustes para adaptarse a estos cambios.
Incluso aunque usted tenga una gran
lucidez al manejar, puede resultarle difícil articular información de varias
fuentes al mismo tiempo. Esto puede ralentizar el tiempo de reacción y generar
situaciones de peligro.
También es posible que el dolor o la rigidez en músculos
o articulaciones dificulten una rápida reacción ante una situación de
emergencia.
Combinar un tratamiento de la causa y un cambio en sus hábitos de
manejo puede ayudarle a conducir de forma más segura.
Problemas de salud y medicamentos
Los problemas de salud y los medicamentos pueden afectar las habilidades de
manejo, pero se pueden reducir los riesgos. Si no se las trata adecuadamente,
las enfermedades pueden aumentar el riesgo de sufrir accidentes.
Algunos de los
problemas más comunes que afectan la conducción son los problemas de visión,
limitaciones físicas, demencia, diabetes, convulsiones y trastornos del sueño.
Incluso aunque usted tenga una o más de estas condiciones, si las trata con su
médico, podrá conseguir manejar de forma segura.
El aumento del uso de medicamentos recetados y de venta libre para tratar
padecimientos temporales o crónicos también es común a medida que uno envejece.
Algunos medicamentos o combinaciones de medicamentos pueden afectar la
conducción.
Debido a esto, en algunos países es ilegal manejar bajo la
influencia de ciertos medicamentos y fármacos.
Conocer los efectos, comprender los riesgos y consultar a un profesional para
tratar adecuadamente su salud le permitirá mantenerse seguro al volante y le
permitirá evitar problemas legales.
Mente y cognición
Mantener su mente en forma es importante para llevar un envejecimiento saludable
y manejar de manera segura. A medida que uno envejece, el cerebro necesita más
tiempo para procesar la información, lo que hace más difícil ignorar las
distracciones.
La buena noticia es que la madurez, los años de experiencia al
volante y los buenos hábitos de manejo suelen compensar algunas habilidades
cognitivas disminuidas.
La cognición es la capacidad de recordar cierta información, como lugares o
destinos, y reconocer y responder ante cosas tales como señales de tránsito y
marcas en el pavimento.
Al conducir, es lo que permite poder concentrarse y
tomar decisiones rápidas y acertadas para evitar un choque.
Infórmese sobre los problemas cognitivos y cómo pueden afectar el manejo.
También aprenda a prevenir el deterioro cognitivo relacionado con el
envejecimiento, haciendo mucho ejercicio físico y manteniendo la mente activa.