El abuso excesivo de las herramientas tecnológicas como ordenadores, iPads, redes sociales, MP3, MP4, playstation o teléfonos móviles puede ocasionar inconvenientes en la vida de los más jóvenes que no pueden controlar esta adicción.
Según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Medicina Case Western Reserve y publicada por la revista Science Daily, los adolescentes que envían más de 100 mensajes al día están más predispuestos a consumir drogas, alcohol, a sufrir anorexia o depresión y a tener relaciones sexuales indiscriminadamente.
Teniendo en cuenta el resultado de la investigación, uno de cada cinco jóvenes estudiantes envía más de 120 mensajes al día y uno de cada nueve pasa más de tres horas en el ordenador conectado a las redes sociales, mientras que uno de cada veinticinco jóvenes pertenece a ambas categorías.
Otro estudio realizado por la Academia China de Ciencias, revela que el excesivo uso de Internet desgasta la mielina y puede causar lesiones comparables a las que puede efectuar la cocaína o el alcohol en adolescentes que todavía no tienen el cerebro formado en su totalidad.
La investigación comparó a 17 jóvenes adictos a la tecnología y a Internet y a 16 estudiantes de edades iguales que mantenían una relación más equilibrada con estas herramientas informáticas.
En el país asiático, la adicción a Internet es considerada una enfermedad y hay centros de rehabilitación específicos para tratar este trastorno.
¿Cómo hacer que los jóvenes aprendan a distribuir el tiempo que dedican a la tecnología? “Hay que hablar con los hijos sobre los beneficios y las desventajas de estar todo el día pegados a un dispositivo electrónico.
Hoy en día casi todos los chicos tienen un teléfono móvil. Para los padres es una herramienta muy útil para saber dónde están a todo momento, pero hay que poder marcar un límite y en este caso sí es necesario marcar un límite claro.
No es nada sencillo ya que los hijos están muy influenciados por una sociedad consumista, pero hay que educarlos para que sepan controlar la tecnología y utilizarla a favor”, comenta la socióloga española Irene Capdevila Fonts.
Los adultos deben actuar si ven que sus hijos se la pasan encerrados en la habitación, han cambiado el carácter o no se despegan de su equipo de música portátil o su teléfono móvil.
Siempre hay que llegar a explicar las cosas con calma y paciencia, siempre apelando al entendimiento de los jóvenes. La prohibición solamente hará que tengan más ansiedad para contar y deseos de contar con ellos.
Algunas de las propuestas para implementar y así obtener resultados favorables en los jóvenes son:
1.- Promocionarle a los hijos herramientas alternativas a Internet para hacer las tareas o buscar información para el estudio. Los libros siguen siendo una fuente importante de crecimiento y aprendizaje.
2.- Enseñarles a utilizar el teléfono móvil correctamente. El aparato debería cumplir la función de realizar y recibir llamadas. Lo más conveniente para que un joven no abuse de este dispositivo, es proporcionarle un teléfono sencillo que no disponga de avances tecnológicos que predispongan a su uso excesivo. Otra de las alternativas es contratar una tarifa muy limitada.
3.- Estimular a los jóvenes a disfrutar del tiempo libre de un modo en el que no esté implicada la tecnología. Practicar con ellos deportes, salir a dar paseos por la naturaleza, juntarse con amigos y disfrutar de la compañía de ellos sin que existan intermediarios digitales.
Entre los riesgos físicos más comunes que se padecen debido al abuso de la tecnología, se pueden mencionar:
· Contracturas musculares
· Tendinitis
· Inflamación de las articulaciones
· Insomnio
· Tensión nerviosa
· Tensión ocular
· Dolor en codo y muñecas