Hablar de sexualidad, puede
ser un tema difícil para alguna gente adulta. De hecho, a muchos de nosotros nos
han enseñado a estar avergonzados o de nuestras sensaciones sexuales, y a negar
muchos de nuestros impulsos y energías, reprimiéndonos y sintiéndonos culpables
por experimentarlas. Pero para disfrutar de una salud sana, y completa, debemos
aprender a experimentar nuestra sexualidad sin miedo, y aceptarla como una parte
hermosa de nosotros mismas, digna de ser celebrada. Deje de lado cualquier
vergüenza y prejuicio social arcaico, y empiece a lograr una conexión más
profunda con si misma o su pareja.
La ayuda de la masturbación
La masturbación puede ayudarnos a aprender más sobre nuestros cuerpos, al tiempo
que podemos enseñarles cómo responder frente a posibles actos sexuales con una
nueva pareja. Si ha logrado componer una pareja, tampoco debe desestimarla, ya
que es posible masturbarse mutuamente con un amante. Es muy erótico mirar el
despertar sexual de su amor y viceversa. Puede también permitir a una pareja
tener un orgasmo, cuando el estímulo por el coito es insuficiente.
Por su parte, la estimulación propia sirve para relevar las tensiones sexuales,
y por lo tanto, ayuda a lograr dormirse. Reprimir su sexualidad es algo muy
insano, por lo que la masturbación nos brinda la posibilidad de sentir el placer
de una forma autosuficiente y bajo control, sin necesidad de estar en compañía.
Proporciona también una vía de descarga para la gente que está sin un amante, y
es un entrenamiento excelente para aprender cómo alcanzar un orgasmo. La
masturbación puede incluso ayudar a relevar los calambres menstruales.
Amarse a sí misma, implica poner en juego aspectos físicos, mentales y
emocionales. Por lo tanto, es necesario “reprogramar” nuestro subconsciente,
para lograr una visión de la masturbación como un gesto de amor y poder hacia
uno mismo. Haga una cita con sí misma, y tómese el tiempo necesario como para
hacer las cosas especiales que suelen pasarse por alto, o generalmente se dejan
de lado debido a la familia, la carrera y otras responsabilidades.
Encuentre algún lugar reservado y cálido, donde puede estar sola y sin
interrupciones. ¡Recuerde encender el contestador automático! Tome un baño
caliente, relájese, y tómese un cierto tiempo para pensar en las cosas que más
le gustan y agradan de si misma. Olvídese de las tensiones del día, y deje las
preocupaciones para otro momento.
Las sales de baño y los aceites aromáticos, pueden agregarse a su baño para
ayudar a su relajación y aumentar la sensación de intimidad que usted está
creando. Frotarse a si misma con lociones o aceites, y tomarse un cierto tiempo
para acariciarse y explorar su cuerpo, serán pasos fundamentales. Encienda una
vela y ponga su música preferida. ¡Éste es SU tiempo!
Fantasías
Ahora que ya ha logrado relajarse, diríjase a su cama, sofá o dondequiera que
más fantasías sienta. Visualice a su amante o cree a un amante imaginario, con
cualidades que usted admira y desea.
Una fórmula para aumentar su capacidad de fantasear, es repasar sus memorias
eróticas personales preferidas, de forma muy detallada. Frótese suavemente sus
pechos, sus muslos y piernas. Imagínese que es ESE amante el que la toca. Así,
comenzará a despertar su imaginación y sentir esas caricias como las de su
amante ideal.
Existen muchas diferentes maneras de masturbarse. Podemos humedecer nuestras
yemas del dedo con nuestra propia saliva o con los líquidos vaginales, o bien
utilizar un producto como la jalea de K-Y, o aceite de coco puro natural. Frote
suavemente el clítoris con una mano, mientras pellizca sus pezones con la otra.
Frote a un ritmo sostenido, de una forma circular o hacia arriba y hacia abajo.
Experimente y explore lo qué está sintiendo. Utilice diversos niveles de presión
y de sincronización.
Ayudas
Algunas mujeres, se cruzan
las piernas mientras ejercen una presión sostenida y constante sobre el área
genital entera. Otras, utilizan una almohadilla pequeña entre sus piernas, para
frotarse allí y alcanzar un orgasmo después de otro. Intente también usar un
vibrador o un consolador, para estimularse y sentir la presencia del miembro
masculino. Practique tensionando y aflojando los músculos, como una manera de
aumentar o de llegar al clímax.
Muchas mujeres, también se estimulan con la corriente de la ducha. Deje que su
cuerpo mismo decida que es lo que más le gratifica, y no intente cosas demasiado
difíciles: tarde o temprano, experimentará su despertar sexual, al sentir la
llegada de la sangre a su pelvis, clítoris y vulva, lo que la dará una sensación
de plenitud y calidez.
No reprima las energías de su vida. Ellas están allí para que usted goce, así
que libérese de los tontos prejuicios y deje al río fluir. Goce de su hermoso
cuerpo / mente / alma, y celebre esa belleza individual que la hace a usted tan
única.