Hacer rodar la pelota no siempre es una tarea fácil. Sobre todo, por que nadie parecería tener la respuesta sobre qué significa exactamente la seducción, la iniciación, y la excitación. De hecho, muy a menudo estos términos suelen asociarse con malas connotaciones, pues no queda claro si la seducción y excitación se refieren a un hombre que debe decirle a su mujer todo lo que él piensa que ella querría oír aunque con el único propósito de tener sexo. Sin dudas, esta forma de seducción podría lastimar.
En realidad, el término de iniciación quizás tan sólo se refiere a una persona que trata de hacer el primer contacto. De última, quien pone la pelota a rodar, también puede hablar de poner fronteras. Pero lo interesante de todo esto, es que todos estos términos suelen ser muy complicados para los hombres, pues mientras que las mujeres quieren honestidad, también suelen quejarse cuándo las cosas se dicen de forma demasiado directas, y aparentemente, falta romance.
Así, cuando ellas suelen reclamar que exista una etapa de caricias y jugueteos previa al acto sexual, en otras palabras un trabajo de excitación, también están esperando que sea el hombre quien comience estos juegos, incluso sin comentárselo ni hacérselo saber cuando éste no sabe muy bien como hacerlo, lo que nos lleva nuevamente al problema en cuestión.
Sin embargo, la mayoría de las parejas no cree que el tema de los ánimos y la atmósfera tengan una importancia digna de ser discutida aunque, como muchos saben, el buen sexo se determina frecuentemente dentro de los primeros minutos antes del acto sexual.
Las dificultades del primer paso
Según afirman los sexólogos, una manera de comenzar a manejar esta dificultosa situación, sería pensando en este proceso de comienzo como algo similar a una invitación, pero que de hecho es más que una invitación.
Sucede que las invitaciones son algo que les resulta bastante cómodo a mayoría de las personas. Basta con recordar cuan fácil es invitar a otros a hacer una caminata, dar un paseo en bicicleta, ir a ver una película, ir a desayunar, ir de compras, o incluso simplemente una conversación. Una invitación suena agradable para la mayoría de las personas, pues a todos nos gusta ser requeridos pata tomar parte de algo. Una invitación implica que la otra persona tiene la opción para aceptar o disminuir. Esto es algo que es divertido para ambas personas.
En esta situación, ninguna persona tiene más control sobre la otra. Recuerde una situación donde se sintió halagado de aceptar una invitación para desayunar, ir de compras, o al cine. Muchas veces, es verdaderamente lindo poder endulzar estas escenas describiendo los eventos con gran profundidad, haciendo alarde de cuan buena es la comida de cierto restaurante, o cuan importante sería para usted que le acompañen a cierta fiesta.
En estos casos, a menudo existen pocas consecuencias si cualquier persona rechaza la invitación. De hecho, en más de una oportunidad habrá oído a una mujer diciéndole que no se siente bien como para ir a una cena elegante, o que no están de ánimo como para ir al cine.
Pero sin embargo, cuando se trata de sexo, todo cambia. Allí, las invitaciones llevan a problemas de poder y control. Y la comunicación suele ser también mucho más complicada.
Tres pasos
Según estos especialistas, existen tres aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de la iniciación sexual, o en este caso las invitaciones sexuales:
1. Prepararse para ofrecer algo emocionante que está por suceder: la real invitación o seducción
2. Prepararse para la posibilidad de ser rechazado.
3. La construcción del clima.
De cualquier forma, el aspecto clave será extender el ofrecimiento de algo emocionante por venir. Sin embargo, se sabe que la invitación o seducción verdadera, tiene que ver con un deseo, entusiasmo y caricias socialmente vistas como “ilícitas”, con lo que parecería no existir ninguna manera correcta de invitar.
Sucede que todos reaccionan de formas diferentes, y lo que puede excitar a una persona, puede ser desagradable para otra, pues toda la gente es diferente. Incluso, lo que tal vez funcione un día, puede fallar al día siguiente con la misma persona.
Sin embargo, incluso aceptando todas estas cuestiones desconocidas, existe una regla útil para tener siempre presente. Es más que probable que las invitaciones sean aceptadas, cuando ambas personas se sientan bien en la relación. En otras palabras antes de intentar seducir y excitar a su pareja, se debería primero tratar de establecer una buena conexión con él o ella.
Quizás, esto signifique comenzar una significativa conversación, lo cual se podría lograr consultándole sobre cómo le fue en el día, preguntándole cómo estuvo esa reunión que tan nerviosa la tenía, o simplemente apreciando el hecho de que ella hizo una buena comida, o abrazándola y diciéndole cuán afortunado se siente de haberla/o encontrado.
Incluso, la cosa más directa que podría decir en cualquier momento es "¿te gustaría hacer el amor?" Esto es sencillo y directo, y todo el atractivo que significa vendría a su mente. Así, si ella está en un estado similar al suyo, ambos tendrán mucha suerte, pero, en cualquier caso, ella siempre será libre para aceptar o rechazar la invitación. Usted meramente la está invitando…
Claro está que, sin embargo y a fin de cuentas, con esta pregunta franca y sincera usted no se expondrá mucho a un gran rechazo, pero de la misma forma las oportunidades de ella de decir ”no” también serán más grandes. Por eso, en pos de aumentar su deseo, debería prestar mucha atención a sus lenguajes y gestos. Y luego, para aumentar su entusiasmo, intente hacer lo siguiente:
Diez formas de encender la llama
1. Sea creativo y revise su casa para encuentra qué objetos podría utilizar como juguetes sexuales.
2. Hable claramente acerca de lo que desean cada uno de ustedes en la relación.
3. Trate de recordar, junto a su pareja, una aventura sexual que ambos hayan tenido en el pasado (o si no la tuvieron comiencen a planificar una).
4. Comience dando masajes en la mano. Lleve sus dedos a su boca. Bésele la espalda, y luego la frente. Permita que su lengua se arrastre suavemente. Siga dando masajes. Mordisquée las puntas de sus dedos, llevando lentamente su dedo entero hacia su boca.
5. Luego, déle masajes en la cabeza. Juegue con su cabello. Corra sus dedos a través de todo el cabello de ella. Estírelo levemente, para luego soltarlo suavemente. Déle masajes desde la espalda hasta el cuello, como si ya estaría haciéndole el amor.
6. Frote sus lugares más secretos. Permita que sus dedos vaguen sobre sus cejas, debajo de su nariz, siguiendo la arista de sus labios. Agáchese lentamente y bésele la frente, sin dejar de dar estos masajes. Permita que ella sienta su mirada por todo el cuerpo.
7. A medida que la cabeza de su mujer caiga sobre usted, treta de llevarla suavemente hacia una posición de espaldas a la cama, para luego frotar sus músculos, directamente alrededor de los huesos de la clavícula.
8. Déle masajes a los músculos que ella le señale como más doloridos, tocando las puntas de sus hombros, permitiendo que sus manos se deslicen ocasionalmente cerca de los senos, pero evitando a toda costa tocar sus pezones.
9. Haga lo que ella le pida, hágale sentirse tan excitada al punto tal de que ella no se anime pero igualmente se rinda al desde y lleve las manos suyas a colocarlas directamente donde quiere ella. Esto ya será todo deseo y anticipación.
10. También siempre existe la simple alternativa del beso. Los besos hacen que los comienzos sean más calmos y fáciles, construye lentamente la velocidad y la intensidad. Muy pocas personas se quejan verdaderamente de recibir demasiados besos. De hecho los besos merecen un capítulo aparte.
Recuerde aquellos días en lo que nunca había tenido sexo, y besaba a su primer amor por primera vez. Recuerde sus primeros besos. Besar era súper emocionante ¿verdad? Era la puerta de entrada a todo lo demás. Besar era nuevo, y para muchos podría durar horas. El beso significaba el comienzo de una relación adulta. Esto puede no haber sido lo que todos experimentaron, pero seguramente que, para la mayoría de la gente, su primer beso fue a la vez memorable y emocionante.
Los besos dan la posibilidad de construir un buen ánimo y dan mucha anticipación, lo cual es fundamental si se tiene en cuenta que la mitad del buen sexo es la actitud. De todas formas tenga en cuenta que mientras muy pocas personas llegan a sentir que han estado mucho tiempo besándose, siempre debe haber tiempo y lugar para el sexo rápido y fuertemente apasionado, que no incluye mucho tiempo de besos.
Acepte las respuestas negativas
Nuevamente, cuando se trate de hacer el ”trabajo” de excitarla, siempre se debe estar preparado para que ella, todavía, pueda decir que no. La idea de que la otra persona es libre de aceptar o rechazar cualquier invitación, nos trae al segundo aspecto importante de la iniciación sexual: el consentimiento para ser rechazado y no tomarlo como algo personal.
A veces, las personas simplemente no están de ánimo. Quizá estén estresadas a causa del trabajo, deseen ver un programa de televisión, busquen un descanso reparador, tengan hambre, o necesiten masturbarse en alguna ocasión. A veces un NO simplemente significa NO, y no tiene relación con la persona que hizo la invitación.
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