Motivos para sentirse cansado por la noche, sobran. El trabajo, los niños, las
obligaciones y la sobrecarga de tareas son algunos de los motivos que suelen
aflorar cuando se avecina el momento ineludible. “Esta noche, no”.
“La negativa es más frecuente en las mujeres y es que en ella recae la
mayoría de las actividades del día.
Aunque para muchos hombres, esta realidad no es excusa suficiente para
negarse sistemáticamente al encuentro, lo que debería existir antes del reproche
es la comprensión y poder negociar.
Los hombres tienen que ser astutos y pensar que si colaboran durante el día,
las mujeres llegarán en mejor estado físico y psíquico para sentir
deseo sexual”,
comenta la sexóloga argentina Raquel Rémula.
Excusas para no hacerlo
·
Cansancio
·
Hay que levantarse temprano al día siguiente
·
Infecciones
·
Esperar a que el otro se duerma (quedarse viendo una película o terminando una
actividad, pero solamente con la finalidad de evitar el momento)
·
Los niños están despiertos o pueden oír
Más allá de las
excusas “lo que hay que hacer es afrontar la realidad y poder
hablar sobre el tema sin esperar que la pareja se agote tanto de la situación
que termine por acostumbrarse a un estilo de vida que nada tiene que ver con la
convivencia y la vida en común”, comenta la profesional.
Para la mujer, que el hombre tenga una actitud comprensiva hacia la cantidad de
labores que hace en el día es fundamental para estar predispuesta sexualmente.
“Así funciona la mujer y ellos lo deberían de entender por el bien de la familia
que han armado o están construyendo y por el bienestar de la vida sexual.
Si no se entiende de esta manera cada uno terminará por su lado, cometiendo
infidelidades para satisfacerse, engañando, peleando todo el tiempo y echando en
cara los problemas”, continúa diciendo Rémula.
Consejos para reforzar la pareja
La excusa puede ser un motivo real si se produce de vez en cuando. Si todos los
días hay un motivo que impide el encuentro, hay que ver por qué sucede y lo
mejor es hablar de ello y no esperar a la noche siguiente para que vuelva a
ocurrir lo mismo.
Una de las alternativas para solventar la dificultad es pautar de antemano
cuántas veces a la semana ambos desean mantener relaciones sexuales.
“Esto no tiene que ser motivo de presión ni tensión, sino de intentar llegar a
un acuerdo y negociar para que ninguno de los dos se sienta incómodo”,
finaliza diciendo la terapeuta.
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