Tranquilo, vamos a hablar sobre la cámara —ya hablaremos de “tu material” en el momento adecuado—. A la hora de hacer una película casera de calidad, todo se resume a la cámara.
Si bien las Web cams son fáciles de usar y están disponibles en casi todos los hogares, es recomendable evitar su uso, dado que la resolución es más que pobre y, además, está amarrada por un cable a la computadora —lo que la hace incómoda y poco manejable—.
Además, si van a filmar su relación sexual desde la mesa de la computadora, ubicada a 10 metros de la cama, lo más posible es que se vea tan poco que de lo mismo que sean ustedes o unos extraños los que están teniendo sexo.
Haz una inversión segura, sensata, y compra una cámara MiniDV. No es necesario que salgas a comprar una cámara profesional HDV —las posibilidades de una cámara de alta gama no te aportarán demasiado dentro de las cuatro paredes de tu dormitorio—.
Lo que necesitas es algo con una resolución decente y de un tamaño pequeño para poder manipular con relativa facilidad.
Acicalado
Sabemos que sueles ser un tipo limpio y prolijo, pero créenos cuando decimos que la cámara va a ver cosas que generalmente se te pasan por alto. Las áreas a considerar son tu espalda, el trasero, y el perineo.
Las cosas que debes buscar son granos y pelos extraños —lo último que quieres es que ella se distraiga con ese grano gigante que tienes en tu nalga izquierda—.
Si tienes vellos sobre el perineo y en la cola (¿quién no tiene?), no es necesario que te afeites estas áreas, pero sí considera hacer un ligero recorte, de modo que tu cuerpo se parezca menos a un hombre lobo y más a un actor porno —recuerda que estamos haciendo un film sexual—.
Al mismo tiempo, es una buena idea darse una ducha antes de la gran escena. Esto te permitirá hacer una completa revisión de las áreas problemáticas de tu cuerpo, identificar los cosas que no se ven bien, y corregirlas. Asimismo, te asegurarás que todo esté limpio y reluciente para la cámara.
Entrando en clima
Eres bueno en la cama —excelente, te han dejado saber algunas—, pero convengamos que cualquiera puede tener un día malo. ¿Acaso nunca has terminado el partido antes de conseguir anotar un gol?
Claro que todos tenemos algunos trucos escondidos con los que conseguimos mantenernos y esquivar el orgasmo, aunque no serán de mucha ayuda mientras te encuentres observándote en acción en la diminuta pantalla de LCD de tu cámara.
Es entonces importante que te des una ducha antes grabar, no sólo para eliminar cualquier grano gigante de tus nalgas, sino también para hacer una “descarga de tensiones” preliminar al acto.
También puede serte de ayuda una copa de vino. De hecho, si ambos toman una copita de vino antes de pasar a la cama, seguramente se liberarán de tensiones y ansiedad, y se sentirán más a gusto mientras actúan frente a la cámara.
Desde luego, puede ser un poco extraño que te recomienden “beber y masturbarte antes de filmarte teniendo sexo”, pero lo último que quieres es que tu debut en la pantalla grande termine antes que los créditos iniciales —recuerda que esa cinta puede decir mucho acerca de tus destrezas amatorias—.
Puntos de vista
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