¡Seguramente es una utopía! Sin embargo, deberíamos todos empeñarnos en
encontrar maneras para que se manifieste el tremendo potencial humano que yace
en cada uno de nosotros, nuestros hijos, nuestras comunas, ciudades y países.
¡Sacaríamos a las personas de su actitud pasiva y de su mentalidad de víctima!
Mi propuesta para lograrlo es la siguiente:
El
espíritu emprendedor es el motor del progreso dentro de cualquier sociedad.
Es sabido que las Pymes contribuyen con un alto porcentaje de
la fuerza laboral de un país y así mismo, también aportan en forma significativa
al Producto Interno Bruto (PIB).
Es por eso que el fomento a la cultura del emprendimiento en un país es
fundamental para aumentar la
productividad y el crecimiento económico de un
país.
Como una madre que siempre buscó una educación para sus hijos que fomentara sus
habilidades emprendedoras y de liderazgo, me he cuestionado muchas veces:
¿Cómo se podrá fomentar el espíritu emprendedor a mayor escala: en una
comunidad, en una ciudad o en un país?
Si bien es importante entregar herramientas de apoyo a los empresarios e
implementar condiciones que facilitan el emprendimiento en las instituciones
financieras, pienso que un enfoque en lo meramente externo no es suficiente.
El espíritu emprendedor nace dentro de las personas. Cuando un ser humano
entiende que posee talentos y habilidades únicas con las cuales podrá prosperar
y además impactar positivamente a su comunidad, se enciende una pequeña chispa
en su interior.
De repente dejará de verse como un mero espectador, víctima de las
circunstancias, y comenzará a reconocer ese tremendo potencial humano que yace
en su interior. De una mentalidad de "No se puede", pasará a una actitud mental
de "¡Sí, yo puedo!"
Es un cambio importante que todos quisiéramos implementar, pero ¿cómo se puede
lograr?
¿Cómo logramos sacar a las personas de su pasividad hacia la vida y la motivamos
a emprender en proyectos propios?
En mi experiencia personal de educar a nuestros hijos en casa, he visto que una
educación que fomenta el espíritu emprendedor y las habilidades de liderazgo,
tiene 3 ingredientes fundamentales:
1. Una educación individualizada
2. El estudio independiente
3. Buenos mentores
Si bien los primeros dos factores son más difíciles de implementar, debido a la
estructura y la metodología que se usa en la gran mayoría de los
establecimientos educacionales, el contacto con buenos mentores es una opción
muy factible de lograr.
La solución está en fomentar la interacción con otros emprendedores
Pienso que el contacto con otros emprendedores que ya han logrado el éxito en
sus vidas podría tener un impacto significativo sobre todas las personas de una
comunidad.
Hay que pensar que, en promedio, la gran mayoría de las personas viven
desconectadas del mundo emprendedor. Estudian para insertarse en el mercado
laboral, ya que es la opción que se les ofrece durante el transcurso de su
educación.
Si pudieran establecer contacto con emprendedores exitosos que ya dieron el
salto hacia un negocio propio, comprenderían que un empleo no es la única opción
que tienen.
Mi propuesta es la siguiente:
Crear instancias para que los empresarios de una comunidad puedan interactuar
con su comunidad mediante:
– Charlas de motivación para adultos
– Exposiciones de su experiencia en colegios y universidades
– Visitas a talleres y fábricas de PYMES en las cuales se explica cómo se gestó
el negocio, cómo funciona y la posibilidad de repetir el modelo exitosamente.
Por Bettina Langerfeldt
http://EducacionParaElExito.com
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