Un techo, un invierno, una persona

Nuevamente llegará otro otoño y, otro invierno. Cientos de personas pasarán por la dura experiencia de dormir en las calles, y algunas morirán por ello. Pero podemos hacer algo por evitarlo...


Hace un año traté de lograr apoyos para, bajo la idea de “Un invierno, Un techo,
Una Persona” podamos de alguna forma evitar que personas desamparadas que
duermen en las calles, recovecos, puertas de negocios, en condiciones terribles,
afronten nuevamente esa prueba tan dolorosa.


Solo pude lograr que otros dos vecinos, de mi barrio, puedan colaborar y solo
logramos que tres personas mayores puedan pasar esas noches tan duras, en los
fondos cubierto de una estación de servicio y garaje de la calle Uriburu al 1000
y, gracias a la decisiva y comprensiva colaboración de los dueños, que además
permitían que se asearan en el lugar en condiciones dignas y protegidas. Más no
pudimos hacer.

 Ahora hubo novedades, lo constaté, me alegró, casi siempre, voluntarios de la
Virgen de Loreto, de la iglesia de Berutti y Larrea, recorren las calles por la
noche alcanzando a quienes lo necesitan algún alimento y agua o jugos, yo los vi,
los vi en la esquina de Azcuénaga y Santa Fe, en las escalinatas del viejo banco
Nación, donde hago un alto en las recorridas con mi amigo que descansa un ratito
de la caminata, y cerca de las 23 horas, cuando en ese lugar y hora paseo con mi
amigo, mi perro Dogui, ya viejo y cariñoso.

 Los vi en un grupo solidario, dispuesto, amable, saludando con enorme
consideración y respeto a quienes siempre los esperan. Son gente como nosotros,
argentinos que creen en ellos y en los que ayudan, me sentí orgulloso de verlos
nomás, algunos son muy jóvenes y tienen en su rostro la huella de la
misericordia, la piedad y la solidaridad, ellos son Argentina.


Caminan con un carrito impecable y lleno, empujándolo con su carga de esperanzas
y ayuda, no los olvidaré y siempre los estarán esperando, los que están por irse
a dormir en las puertas y la veredas.

 Este año que ya transcurre, espero que sean mas de tres los que puedan huir del
frío que los acerca al fin sin dilaciones, ese fin que deseo poder evitar, como
una forma de seguir emulando mejor a la gente que vi hace unos días.

 Virgen de Loreto, tienes seguidores, son buenas personas, son como todos, son 
compatriotas que siguen creyendo en ti y en sus semejantes. Este año también los
acompañaré desde mi búsqueda de techos, para quizás, esas mismas esperanzas
desamparadas.

 Señores, damas, jóvenes, busco rincones protegidos, donde una tibia y simple
camita, con poco espacio y limpio, un compatriota pueda apostar a que podrá
sobrevivir, con nosotros porque, su dolor, es parte del nuestro.

 No
pregunto si ellos tienen culpa de lo que sucede, tampoco trato de encontrarlos,
trato de encontrar una solución, no un culpable. Esto último es motivo de la
actividad de otra gente decente, que también escribe en estas páginas y quizás
con mejores resultados. Solo pido que piense, en estos días de calor, en el frío
que destruirá esperanzas. No preguntemos cuantas, solo la pérdida de una sola,
tampoco justifica nuestras omisiones, solo, solo confirma nuestra complicidad.

 Acompáñenme, desde donde vivan, no es necesario que nos busquemos, es necesario
que nos encontremos. Solo eso : Un Techo, Un Invierno, Una Persona, las buenas
personas de la Virgen de Loreto, están poniendo el resto y, esperan que los
acompañemos.

Juan de Dios Romero
Buenos Aires del Frío
Argentina de la Intemperie