A medida que
envejecemos, nuestra piel se hace más seca. Esto puede dar lugar a una piel
escamosa y picazón, especialmente en climas fríos, secos, o ventosos.
Los casos más leves de piel reseca, se pueden tratar con cremas hidratantes,
que se deben utilizar inmediatamente después de bañarse, cuando la piel sigue
estando húmeda.
Los aceites agregados al agua del baño de inmersión, también pueden ser útiles,
aunque harían a la bañadera peligrosamente resbaladiza.
El petrolato, un
ingrediente presente en muchas lociones, cremas y ungüentos, es un hidratante
excelente.
Muchas cremas hidratantes contienen productos químicos como urea, alfa-hidroxi-ácido,
ácido láctico, o lactato del amonio, los cuales reducen la sequedad y ayudan a
la piel a mantener su hidratación.
Sin embargo, también es cierto que algunos de estos productos químicos pueden
irritar la piel. Su dermatólogo puede ayudarle a decidir que tratamiento sería
el mejor para su caso particular.
Bañarse más a
menudo, usar jabones más suaves o algún sustituto del jabón, o bien remojarse
en una tina de agua caliente, sin jabón, pueden ayudar a humectar la piel más
seca.
El agua caliente, es mucho más irritante y nociva para la piel reseca, que el
agua tibia.
Después de bañarse y secarse, se recomienda usar una crema hidratante, como
por ejemplo el petrolato o la lanolina, que se deben aplicar inmediatamente, con
la piel aún algo umedecida.
Si la piel seca
continúa siendo un problema, será necesario consultar a un dermatólogo,
puesto que en el caso de que se torne escamosa, arrugada, y produzca picazón,
podría estar indicando la presencia de un problema más serio.