Eres como el
riacho de aguas frescas y mansas
donde bebo a
borbotones y refresco mi cara y mis manos.
Eres como el
sol, abrasador y ardiente en las siestas de verano,
cálido y fugaz
en las mañanas de invierno.
Quémame y abrásame
y déjame dormir a tus pies de árbol,
dame de beber
cuando la sed seque mi boca y entíbiame el alma cuando el frío llegue..y sé
como el sol, que aunque no esté, siempre brilla..
camina siempre
detrás mío..o adelante..que yo seré tu sombra, según marches.
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