DUERME CORAZON
Mucho en mi vida he caminado
y muy poco he avanzado
¿Cuál fue mi error?, me he
preguntado
y sin respuesta me he quedado
¡Vida!, hermoso don
¿Cómo es que no la he disfrutado
¿Cuál fue mi error? me he
preguntado
que tal deleite no he encontrado
Cuantas veces con ilusión
oh ansioso corazón te he entregado
más tan solo corazones vagabundos
es lo único que he encontrado
¡No, ya no más!, grita la razón
pero que le digo yo a mi corazón
si en su necedad no ha querido
entender
que jamás sabrá lo que es recibir
¡viste! ingrato y terco corazón
¡otra vez! te han vuelto a
embaucar
¿que tengo que hacer para poderte
dominar?
antes que de angustia te lleguen a
matar.
como un desierto desquebrajado
así es como te han dejado
corazón mío que solo amor a
buscado
pero que solo dolor y olvido ha
encontrado
duerme corazón adolorido
no esperes más lo que nunca
llegará
no expongas nunca más tu triste
sentir
por mi bien quédate quieto y
duerme corazón
Por Mayra Barahona
Des-ti-erros
Vi
mi propia sombra
caminando a través de la lluvia
detrás de calles nocturnas
reconstruyendo mundos inútiles
Creí que era alguien
en mi propia sombra
caminé detrás de los cristales
y supe de … esos mundos
que vagan al acecho
de quienes meditan
en la orilla orilla del viento
¡ Nadie me oyó!
y partí junto a mi camino
de trás de caras sin sol…
Por Nerio W. Vergara Olivares.
DE ROMERIA
Estuve en la romería en la
fiesta de tu pueblo,
y te conocí cual eras,
vestida con blanco velo…
Ibas en tu caballo con un nene
de dinero,
y mi corazón palpitó, con la
rapidez del viento.
Quedé prendado de tí, de tu
cara, de tu pelo,
de tu talle de rosal, y de tu
precioso cuerpo…
¡Parecías una sultana, en tu
caballo perchero!
Como pude me acerqué a tí, y
me saqué el sombrero,
e incliné mi cabeza, y te
ofrecí mis desvelos.
¡El pelo se me erizó, al ver
tu gracia y salero!
El nene se ofendió, y se
quitó su chaleco
para pelear por tí, al lado
del arroyuelo…
¡Yo le pedí perdón por
meterme en su terreno,
y me guiñaste un ojo, como
diciendo …¡hasta luego!…
más tarde pude explicarte,
que te amaba sin saberlo
y no quise ofender tu rostro,
delante de los romeros!..
¡Por tu amor hoy soy capaz,
de dar mi sangre y mi cuerpo!.
El nene se puso tonto, y lo
mandé al infierno
a buscar a otra moza, ya que
por esta me muero.
Cuando te tuve cerca, te
presenté mis respetos,
y tú con gran valentía, me dijiste…¡te
quiero!..
¡El abrazo que nos dimos,
terminó con nuestros sueños,
y nos marchamos al lago a
conocer los secretos
que guardábamos con cariño,
para explicarlo a los vientos.
¡La menta y la retama, los
lirios y crisantemos
rodeaban tu belleza, y
engalanaban tu cuerpo.
Tú me dijiste…¡Te
quiero!…
y yo te respondí….¡Te
quiero!…,
y entre caricias y besos, nos
prometimos amor
y un cariño verdadero.
Por
Santos Aparicio
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