Fantasía

También en mis realidades, reconozco que el placer no está en las cosas sino dentro de nosotros mismos.

(Camino atareada
en mis deberes cotidianos)
Y… te siento, oliendo a hierba fresca, a nieve, a deseo
Estas aquí a mis espaldas,
(Temo darme la vuelta y que desaparezcas)
eres como un fantasma, sin embargo te siento
tus manos acarician mi piel, mi pensamiento
desde que tu llegaste esto es eterno
ocurre tantas veces que hasta llego a creerlo
Sonrío, las mariposas me recorren el cuerpo,
Se meten en mi alma, desarman mi cerebro
De pronto ya no pienso, estas aquí,
En este mundo mío, tan dentro de mi cuerpo.
Camino hasta la cama, sonrío de nuevo
(Con los ojos cerrados, con pisadas de duende,)
Te siento en mis adentros.
Como no he de tocarte si es mas que el pensamiento?
Como no he de sentirte si el placer es interno?
Y estas aquí, ahora tan dentro de mi cuerpo

Disyuntiva

Sentada frente al mar de mis recuerdos
Cierro los ojos y aprieto las manos firmemente.
La noche cae sobre mi como un pesado fardo
La luz de las estrellas se esconde en el fondo de mi alma

Estas ahí también sentado frente al mismo mar
Ahogándote….
Es el dulce sabor de la agonía
Tu corazón se agita ante la disyuntiva

Seguir mirando al mar de tus recuerdos
Empezar a mirar las estrellas que guardas dentro

Tu corazón y el mío, mi corazón y el tuyo
Dos almas solitarias encontrándose en el infinito
Dos almas decidiendo el camino correcto
Y el dulce despertar de la esperanza

Cuándo vendrá la paz?
Cuando nos cegará la luz?
Es el mundo la clave de todas las respuestas
Y es la clave la llave de que abre y cierra el corazón en pena

No mires más el mar, ya no quiero mirarlo
Vuelve tu vista atrás solo para ver las estrellas
Levántate, abre tu sentimiento al nuevo vuelo
La oruga abrió sus alas, el infinito espera

Por Ana Lorena
Castro

13
de junio de 1982

Cuantas cosas
hay, aquí, dentro de mí,

que me hacen
sentir, así como la lluvia que cae,

me moja y me
conmueve hasta el llanto.

Quisiera correr
y correr por el tiempo,

irme a algún
lugar en ninguna parte,

donde habrá
momentos que no tenga tiempo,

tampoco habrá
gente, solo pensamientos.

Gritaré muy
fuerte a todos los vientos mis angustias,

Lloraré en
silencio, tratando que sea la ultima vez,

para tratar de
no tener miedo, de ser el de siempre,

sin dejar nunca
de ser como soy, de hacer lo que siento.

Y sin darme
cuenta, ya estaré de regreso,

sintiéndome
libre, más feliz,

todo habrá
pasado casi como un sueño.

Al abrir los
ojos me siento distinto,

ya casi no
llueve y el sol me ilumina,

sonríe y me
mira, él me comprende.

Ya no se escucha
el tronar de los cañones,

ni el zumbido de
las balas,

solo un gran
silencio, una gran paz,

en medio de un
olor de muerte,

que conmueve mis
sentimientos.

Cuantas cosas
hay aquí, dentro de mí,

cuantas
vivencias, cuanta sangre derramada,

cuantas
preguntas sin respuestas,

cuanto derroche
de grandeza y valentía,

de aquellos que lo dieron todo,

a costa de sus
propias vidas.

Cuantas cosas
hay aquí, dentro de mí,

que dejo en ti,
como testimonio,

para las nuevas
generaciones,

Malvinas
Argentinas.


Por
Santiago Oreggia

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