Si tuviera el tiempo para elegir el donde y como
mi lugar seria de celestes y turquesas,
tendría el paso alegre
una estufa y un gato junto a ella.
Vestidos de capullos de rosas.
Las cosas con solo desearlas
Estrellas como pudiera robar
grandes para cruzar los mares sin mojarme
o pequeñas para perderme en las alas de las mariposas
esas que se muestran al viento de la tarde.
De elegir seria un gorrión
mojaría mi cabecita en los charcos de lluvia
o un gato gordo y pensativo
de eso que proyectan románticos su sombra a la luna.
Princesa en un castillo de Inglaterra
vistiendo terciopelo, bordando en bastidor.
Gringa hundiéndome en las huellas del campo arado
con girasoles de pena.
Bailarina del templo del sol.
Si pudiera elegir el como, donde, cuando
no estaría sufriendo por esta vida
pesadamente triste
A Ud. con todo respeto, Argentina
Poema premiado con el diploma de honor del Círculo Literario Bartolomé Mitre en
el concurso Nosotros los argentinos.
Para entender este poema se tiene que sentir el dolor como argentina de ver
destruido los valores en mi país, y en consecuencia la miseria moral difundida
en la realidad.
Cae la pena
la bruma de triste sabor
el deseo…
en la noche la locura arrasa trincheras
cruza el desamparo enmohecido persiguiendo
los fantasmas de tiempos de próceres.
Y es mi patria la que desvela mis sentidos
mi sentido del honor crucificado
mi sentido del amor desvanecido.
Cuando las lágrimas se retuercen en la casa donde duerme el niño
hambriento, ignorante de todo, habitante de las alas de las mariposas.
Surge el deseo de besarte, mi vieja madre enferma
no quiero irme, seguiré amarrada al sol de tu bandera
enarbolando la mirada desangrada de los pechos secos.
Entre metales de protestas, con todas las viejas heridas abiertas,
con la vergüenza ausente
tierra nuestra.
No me hablen, no me expliques
que tu río es inocente en la palabra
y en los campos sigue floreciendo el lino como lo ha hecho siempre.