La loca

Le dicen la loca. Todos creen que perdió la cordura cuando el hombre al que amaba más que a nada, se fue...

Pero
yo sé que no está loca.

Nadie
puede estar loca por amar como ella ama. Lo que pasa es que no se animan a
entenderla.

Hacerlo
sería darle un pasaporte al amor sin explicación, sin condiciones y eso no es
bien visto por tantos hipócritas que dicen amar cuando solo pueden mirarse al
espejo de su vanidad para ver su propio rostro reflejado.

No
está loca si puede sentirse borracha de sensaciones cada vez que lo recuerda
como al hombre que le enseñó a ser mujer, a entregar la vida con un beso, a
volar suspendida del ala de una mariposa.

Locos
somos los otros, los que vemos en blanco y negro esta vida regalada y poco
usada; los que nunca nos atrevimos a descolgarnos por el arco iris luego de
bailar bajo la lluvia; los que jamás nos vestiremos de arlequines y los que
juzgaremos sin reparos a todos los que se animen a amar porque sí, solo porque
se les da la realísima gana.

Y
si debo conceder que ella está loca, entonces bendita seas loca amiga, no
pierdas nunca esa locura que te permite esperarlo sin relojes, que te deja
seguir soñando con sus besos, que te hace posible esa sonrisa eterna colgada de
un suspiro.