Marie

Marisela, el ensueño y una bondad en la vida

Pese a que las características del mal de ojo están bien definidas<br /> desde tiempos inmemoriales

MARIE

Marie una copa de cognac

estará
seguramente esperándonos

para
brindar juntos

no
perseguidos

reuniéndonos
con las pieles

los
días y las sedas

de
mis años antagónicos

Resumiéndonos

en
cualquier intención de retorno

en
los accidentes de la noche

donde,
cada noche

regreso
hasta ti

Te
vas, Marie

sin
contar tu historia

maniatándome

en
la complejidad de mis mañas

El
espacio que no existe, Marie

es
el engaño de la conjunción

de
nuestros juegos menores

que
siempre puedes apretar en un puño

como
te guardo

en
cofre ni oro ni rosa

sino
en recias tablillas

de
cedro manso, muy noble

donde
cada vez

siempre

se
aprietan las unas a las otras

sin
quebrarse

como
sólo tú bien lo sabes

Marie

BEATRIZ

que
es un año mayor que yo
y que alguna vez me dio una bofetada

Algunas
veces

sólo
algunas veces

quedas
en la paz a definir la belleza

Las
más

pones
nombres nuevos

a
lo que te rodea

pero
siempre

extiendes
las manos

Siempre,
felina, buscas la caricia

el
temblor de otras piernas

los
dedos que descansan

sin
atarse a las entrañas

Lo
que deja

una
y otra ola en el vientre

un
jugueteo en los pechos

Lo
que afianza la moldura

en
las caderas

cuando
no hay camino para llegar

como
no sea el de tu furia

sacudiéndote

ante
los ojos de todos

No
sabes de lamentos

pero
el aullido final

rasga
la cara del hombre

abandonándolo

a
sus sentidos

retornándolo

sumándole
a sus días

la
marca del delirio