…algo
que luego se pudre
sin
poderlo evitar.
Quizás
sea una quimera
fantasía
sin igual
creer
que tengo alma
y
por eso me cuido del mal.
Quizás
nos engañemos
al
no saber elegir
y
solo nos demos cuenta
al
irnos a morir.
Siempre
lo inteligente
es
elegir la bondad
y
no te apartes de la gente
aunque
demuestren maldad.
Si
te apartas tu demuestras
que
te crees tu mejor
y
de esa forma no aciertas
pues
te crees superior.
Si
Dios no lo consintiera
no
existiría la maldad
¿entonces
como apreciar
su
infinita bondad?.
También
es mala leche
del
que nos quiso crear
al
hacernos mortales
y
no nos quiso olvidar.
Quizás
algo ocurriera
que
le dé la explicación
que
la mujer no controlara
al
tener la tentación.
Quizás
fuese una estampita
con
la que quisieron timar
al
creador de los cielos
que
así los quiso crear.
Somos
necios y no razonamos
que
no sabemos ver
que
era un timo del diablo
en
el que quisimos creer.
En
verdad era la forma
de
aprender de verdad
que
debemos refrenarnos
al
querernos superar.
Pues
quizás nos lancemos
a
una aventura sin más
y
puede que no razonemos
lo
que dejamos atrás.
Quizás
esa sea la caída
que
dice la revelación
también
lo dice el génesis
después
de la tentación.
“No
tentarás al señor”
Miguel
le vino a advertir
de
parte del creador
y
lo llevó a morir.
Se
anunció a otro en los cielos
y
en el evangelio de Juan
y
así lo anunció la virgen
que
sería para castigar.
Hechas
las advertencias
no
quisieron cambiar
los
que en verdad le sirvieron
y
quisieron su mal.
Que
pidan perdón a Dios
o
se van a encontrar
con
un castigo eterno.
que
no podrán sortear.
Esta
advertencia hago
por
si alguien quiere aceptar
no
sea que por necio
lo
tengan que lamentar.
El
lamento será eterno
y
si se ríen da igual
pues
las risas se acaban
cuando
les vienen a buscar.
Que
el inteligente atienda
y
se quiera convertir
al
bien que todos conocemos
y
que sea antes de morir.
Así
lo dijo Isaías
que
sería con lealtad
que
el Juez les juzgase
y
también con equidad.
Todos
pueden ser perdonados
pero
os tendréis que arrodillar
ante
la belleza de los cielos
que
os lo quiso avisar.
Nunca
serán perdonados
los
que queriendo ofender
a
la madre de los cielos
que
os dio su querer.
Esos
que se preparen
sea
Papa, plebeyo o rey
pues
el poder lo tiene
el
que lo tiene que tener.
En
el otro lado están esperando
con
infinita ansiedad
a
todo el que le llegue la hora
y
no haya querido cambiar.
Este
edicto os doy
por
si lo queréis cumplir,
lo
que os pidió con Miqueas
y
con el que supo morir.