Poemas para el corazón

Razones para un amor, y Sed


Razones para un amor


“De una mujer vengo y hacia otra mujer voy…”  (José Martí)


Madre,


porque nos traes al mundo latiendo con tu sangre,


húmedos aún con la ternura de tu vientre,


porque nos das el primer alimento

y
el primer cariño emocionado.


Maestra,


porque abriste el camino de la luz

y
el sueño deslumbrado del primer conocimiento.


Novia,


porque nos diste la ternura de tus manos infantiles,

tu
risa de niña en las tardes del parque

y
tus besos furtivos en la penumbra cómplice del cine.


Esposa,


porque entregas el impulso para asaltar el día,

el
sabor del primer beso mañanero,

el
aliento constante de la lucha,

el
refugio del hogar en la fatiga

y
el temblor suave y furioso

de
todas tus caricias.


Madre nuevamente,


porque otorgas la alegría increíble de los hijos,


con el impulso salvaje del labriego


que recoge sus frutos de la tierra.


Razones más que suficientes,


Madre – Esposa – Novia – Amante,


para un día y una vida de amor,

y
este homenaje.


Ricardo F. Potts



SED



Subiendo la escalera te vi,



sola, más hermosa que nunca.



Tenias sed, yo también.



Pero nuestra sed era distinta.


La
tuya, no sé.


La
mía….de ti.



Bajamos al río.



Querías tomar agua para calmarla,


Yo
deseaba besar tus labios para satisfacerla.



Lograste saciar tú sed,



Yo, aun la tengo.



Esta sed insatisfecha es provocada



Por este maldito desierto de indecisión



Por el que cruzo en estos momentos,


en
el cual te visualizo como un bello espejismo,


un
oasis de salvación.



Mas el miedo a una falsa ilusión


Me
impide gozar de este paraíso.



Paso de largo y sigo en mi desierto.



Muriendo lentamente,


De
sed…..

Por Jesús
Francisco Ávila Ventura